Fabrican e implantan por vez primera vasos sanguíneos ‘bioartificiales’ en un modelo animal

Uno de los mayores desafíos en la bioingeniería de tejidos es diseñar órganos o tejidos que sea capaces de funcionar y desarrollarse una vez que se han implantado a un organismo vivo sin ser rechazado por el sistema inmune de su inquilino. Durante años los científicos han estado desarrollando estrategias para generar vasos sanguíneos bioartificiales, pero ello implicaba una larga y minuciosa manipulación de los vasos fabricados a partir de las propias células de los pacientes y posteriormente cultivadas en el laboratorio antes de su implantación.

Pero parece que por fin se han logrado vasos sanguíneos bioartificiales funcionales, al menos en animales. En el último número de “Nature Communications” se presentan por vez primera unos nuevos vasos sanguíneos fabricados mediante bioingeniería que sustituyen a las arterias pulmonares en tres corderos jóvenes que han sido capaces de crecer dentro de sus destinatarios. Si estos resultados se confirman en humanos, los nuevos injertos de vasos evitarían la necesidad de repetidas cirugías en los pacientes más jóvenes.

Los investigadores de la Universidad de Minnesota (EE.UU.), dirigidos por Robert Tranquillo, han generado unos vasos bioartificiales que además se pueden almacenar e implantar cuando sea necesario, sin la necesidad de hacer crecer los vasos a medida en el laboratorio. Algo así como una especia de despensa de vasos sanguíneos.

Crecimiento rítmico

Explica en la revista que para lograr su objetivo cultivaron células de la piel de ovejas en un tubo especializado y bombearon rítmicamente los nutrientes necesarios para el correcto crecimiento celular. Dicho movimiento rítmico ayudó a que las células depositaran las proteínas en el entorno adecuado, lo que confería al vaso sanguíneo las propiedades mecánicas idóneas. Como último paso, explica Tranquilo, se extrajeran las células bovinas y se generó así un armazón proteico “acelular” que no provocaba la reacción del sistema inmune.

De hecho, los investigadores comprobaron que cuando se injertaron esos nuevos vasos acelulares para sustituir a una parte de la arteria pulmonar en los tres corderos, los vasos implantados pronto fueron ‘poblados’ por las propias células de los corderos “lo que hizo que el vaso modificara su estructura y creciera de forma sincronizada con el receptor hasta la edad adulta”. Además, los investigadores no observaron efectos adversos como la coagulación, el estrechamiento o calcificación de los vasos.

Este es la primera ‘prueba de concepto’ de un tejido fabricado mediante bioingeniería que se ha implantado en un modelo de cordero en crecimiento. No obstante los investigadores advierten que aunque los resultados de este estudio de ‘prueba de concepto’ son alentadores, en el futuro se deberían incluir un mayor número de animales para determinar que el procedimiento es eficaz y seguro antes de pensar en su empleo en humanos.

Fuente: ABC