Experimentan transfundir sangre de curados de coronavirus a pacientes para salvar vidas
El plan es pedir a las personas que ya han sobrevivido al coronavirus y han generado anticuerpos que donen su sangre, de la cual se aislaría el plasma para que se transfunda a personas enfermas o de alto riesgo.
De esta manera, se aspira a implantar una antigua terapia para enfermedades infecciosas: hacer transfusiones de anticuerpos de la sangre de pacientes recuperados a otros enfermos graves. En el pasado, era así como se solían prevenir y tratar otras infecciones virales como el sarampión, las paperas, la poliomielitis y la gripe.
Antigua terapia
Según ha publicado la revista de la facultad de medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, las transfusiones de sangre de supervivientes del COVID-19 podrían resultar últiles: no en vano, esta técnica ya se aplicó con bastante éxito durante la pandemia de gripe española de 1918.
Más de 1 700 pacientes recibieron suero sanguíneo de los supervivientes en aquel caso, aunque es difícil sacar conclusiones de estudios que no fueron diseñados para cumplir con los estándares actuales. En tiempos más recientes, la técnica también se usó en el brote de SARS en 2002-03 o con el virus del Ébola, pero en pocas personas y con estudios muy limitados, así que estamos ante resultados poco consistentes.
Sin embargo, el problema del COVID-19 es que carecemos de vacuna, y el tiempo corre en nuestra contra.
Según señala Jeffrey P. Henderson, profesor asociado de medicina y microbiología molecular en la Universidad de Washington en St. Louis:
Esto es algo que se puede hacer mucho más rápido que el desarrollo de fármacos, porque básicamente implica donar y transfundir. Tan pronto como tengamos individuos que se hayan recuperado del COVID-19, tenemos donantes potenciales y podremos usar el sistema de banco de sangre para obtener plasma y distribuirlo a los pacientes que lo necesitan.
Con todo, de la teoría a la práctica aún hay un paso importante: aún se necesita determinar cuánto anticuerpo hay en la sangre de los pacientes recuperados y cuánto anticuerpo debe administrarse para tratar o prevenir eficazmente COVID-19.
Se calcula que la gripe española acabó con la vida de entre 50 y 100 millones de personas de todo el mundo en tan solo dos años. Entre 1918 y 1920 mató entre el 3% y el 6% de la población mundial. Fue mucha gente en muy poco tiempo, pero no ha sido la peor pandemia: la viruela, causada por Variola virus, es una enfermedad infecciosa que lidera el ranking de pandemias que más muertos han causado en la historia de la humanidad, más de 300 millones.
Fuente: xatakaciencia.com