¿Existe alguna manera saludable de olvidar a tu expareja?

Walter Riso es doctor en psicología, especializado en terapia cognitiva, ha publicado más de 25 libros sobre el sufrimiento humano y los estilos de vida saludables.

Esta nueva obra “Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido” (Ed.Planeta/Zenith) es un manual práctico para “ayudar a los que se ven obligados a superar una pérdida afectiva e intentan sobrevivir dignamente“, con una serie de estrategias que facilitan este “proceso de pérdida”.

Separaciones: antes y más

El psicólogo clínico afirma que los datos reflejan que han aumentado las separaciones, sobre todo en Estados Unidos y Europa; además, las parejas se separan antes.

“La gente joven en la posmodernidad tiene como valor la autonomía, cosa que antes no teníamos, y junto con otro valor que es la baja tolerancia a la incomodidad, hace que los jóvenes se separen porque sienten que no les va bien”, afirma el experto.

Comenta que antes se pensaba que se debía “soportar y aguantar” y que la media de las separaciones era sobre el séptimo año.

Ahora se están separando “antes de los tres años”, es una cuestión de cambio en el pensamiento, se dicen “yo soy libre, puedo hacerme cargo de mí mismo, el matrimonio no es un valor en sí mismo, no soporto la incomodidad y por eso no voy a sacrificarme”.

Asevera que cuando nos casamos sólo pensamos en lo enamorados que estamos, pero que eso no basta. “El primer punto: ¿lo amo? Sí, vale. Segundo punto: ¿le viene bien a mi vida? Si no le viene bien a mi vida, adiós. Es complicado pero uno puedo decir te amo, pero te dejo“, concluye Riso.

Principales causas de separación

En el amor existen tres pilares:

El eros: es la atracción sexual, el amor y el sexo. Puede que falle algo aquí, pero Riso asegura que existen “terapias sexuales”.

La amistad: este punto implica tener proyectos comunes, lealtad, comunicación, compartir el humor, etc. “Cuando se rompe ese pilar, la vida se vuelve insoportable porque es como vivir con el enemigo, no con el amigo/a. Si se pierde el humor, te vas aburriendo porque entras en la rutina”, explica.

El ágape: es el respeto, el amor incondicional y la ternura. Lo que se opone al amor no es el odio, “es la indiferencia” porque con ésta, para la otra persona tu no existes, “eres transparente”.

Siguiendo siempre estos pilares, las causas pueden ser:

° Sexuales, cuando el erotismo se va perdiendo

° La falta de proyectos comunes

° La infidelidad, es una de las más comunes

° La falta de respeto, dejas de ver a tu pareja como un interlocutor válido, la cosificas

° La crianza de los hijos

° El querer cosas diferentes en la vida

Nuevas tecnologías y redes sociales

“La dependencia afectiva emocional es una enfermedad y se ha incrementado con la llegada de las nuevas tecnologías, si bien al contrario, debería haber bajado porque somos más libres y autónomos”, afirma Walter Riso.

El móvil para las personas controladoras en relaciones de sumisión hace que puedan tener información en tiempo real de lo que está haciendo la otra persona, por lo que el whatsapp actúa de policía.

“Si son personas muy inseguras, harán que les pasen fotos de con quien están, de cómo van vestidas, vigilarán tu móvil y facebook, etc. Todo esto es violencia, porque es control y es una relación de poder“, sentencia.

“La gente piensa que la separación es mala y creen estar enamoradas de la imagen inicial. Hay un desamor que libera y que no es malo”, revela el experto y añade que cuando trabaja con personas que están en este tipo de relaciones, les hace ver “que su autorespeto va por encima de todo“, entonces sí son capaces de decirle “estoy ocupada, no molestes más” y dejan de estar en ese estado de sumisión.

Cómo detectar qué tu pareja quiere acabar con la relación

Es importante entender que nadie tiene la obligación de querer a la pareja y que todos tenemos derecho al desamor, a no querer más. Lo que sí podemos exigir es “sinceridad y saber las cosas a tiempo” porque el desamor no aparece de un momento a otro.

Este doctor en Psicología avisa que lo esencial para detectar el desamor es fijarnos en:

La indiferencia: Es lo primordial, cuando vemos que nuestras alegrías no le alegran o cuando nuestras penas no le duelen. Siempre es bueno comparar a la pareja de cómo era antes a cómo es ahora.

El humor: Si antes os reíais juntos y ahora no. Si ese “juego” que tienen todas las parejas, se pierde.

Negación a actividades sociales: Actividades como ver a amigos o familia empiezan a ser rechazadas.

El sexo disminuye: generalmente pasa esto, aunque hay veces que se da lo contrario porque les excita “sentir que ya no eres suya”.

Consejos para los que creen que no podrán superar la ruptura

Todo el mundo supera una ruptura, hay quien tarda más tiempo que otros, pero si a los tres meses sigues muy triste, debes pedir ayuda profesional.

El duelo tiene unas etapas y suele durar de 6 meses a 1 año. Estas, según Riso, son siete:

° Aturdimiento/negación

° Anhelo/recuperación

° Búsqueda de explicaciones

° Ira/indignación

° Culpa/humillación

° Desesperanza/depresión

° Recuperación/aceptación

El psicólogo declara que lo básico para que estemos mejor es:

Rodearse de una red de apoyo social: Este punto es el más importante, pueden ser familiares o amigos. Dentro de este punto, necesitamos un “yo auxiliar” que es una persona que debe estar siempre que la necesites ahí.

No sentirse culpable: a veces la persona que se va, le echa la culpa a la que deja para el sentir que se va “con la conciencia tranquila”.

Fortalecer la autoestima: no dejar de hacer las cosas que te gustaban antes porque una parte importante de la autoestima es darse gustos.

Autoimagen: arréglate físicamente para ti, para sentirte bien.

Crear un ritual: es una forma de enterrar al ex, un acto simbólico para dejar de sufrir en aquellas personas que NO han superado el duelo. “Puedes por ejemplo coger las cartas y quemarlas o enterrar sus regalos”, aclara.

Ojo con la tentación a la recaída

En la etapa de duelo sentimos la horrible sensación de querer saber cosas de la otra persona, pensamos en llamarle, enviar un mensaje o incluso hacerle una visita. Es una pequeña “esperanza” de conseguir que vuelva a nuestras vidas.

El especialista asegura que tras esa acción siempre llega la FRUSTACIÓN. Insiste en que hay que “tener resistencia ante ese impulso”, darse una vuelta, una ducha o llamar a tu “yo auxiliar”.