El proceso por el cual un virus provoca cáncer

En una investigación orientada a intentar esclarecer cómo exactamente el virus de Epstein-Barr causa cáncer en la sangre de adultos y niños se ha descubierto cómo dicho virus toma el control de dos genes implicados en el desarrollo canceroso de manera que pueden activarlo o desactivarlo.

El equipo de Michelle West, profesora en la Universidad de Sussex, en el Reino Unido, se propuso determinar cómo el virus controla dos genes en particular: el MYC, un gen conocido por dirigir el desarrollo del cáncer cuando está alterado o activado en un nivel demasiado alto, y el BCL2L11, un gen que normalmente desencadena la muerte celular para impedir el cáncer pero que puede ser apagado por el virus.

West y sus colegas descubrieron que el virus controla los genes MYC y BCL2L11 al apoderarse de regiones de ADN “potenciadoras” que están situadas muy lejos de ellos. Estos potenciadores actúan como “centros de control” y son capaces de contactar y controlar genes desde grandes distancias.

El equipo de West halló que el virus de Epstein-Barr activa el gen MYC mediante un incremento de los contactos entre un grupo específico de potenciadores y el gen. Los autores del estudio creen que esto podría explicar el modo en que el virus ocasiona los cambios en el gen MYC que se observan en el linfoma de Burkitt.

El equipo también ha descubierto nuevos potenciadores que controlan el gen BCL2L11. En este caso, han hallado que el virus de Epstein-Barr evita que estos centros de control contacten con el gen. Alentadoramente, West y sus colegas han descubierto que este efecto de bloqueo se puede revertir usando un fármaco específico, abriendo el camino hacia un nuevo tratamiento.

Ahora se necesita llevar a cabo estudios adicionales para determinar cómo exactamente controla el virus de Epstein-Barr otros genes que están asociados con el linfoma. Esto revelará más datos sobre cómo el virus dirige el desarrollo del linfoma y ayudará a identificar nuevas formas de atacar con fármacos específicos las células cancerosas infectadas por el virus de Epstein-Barr.

Fuente: noticiasdelaciencia.com