Dietas sin gluten para adelgazar, una moda sin fundamento científico
Tal y como define la Federación de Asociaciones de Celíacos de España, el gluten es una proteína que se encuentra en la semilla de cereales como trigo, cebada, centeno y derivados y, posiblemente, avena, por lo que está presente en un altísimo porcentaje de alimentos manipulados y elaborados de consumo habitual.
La intolerancia a esta proteína se denomina celiaquía, una enfermedad autoinmune multisistémica que se caracteriza por una inflamación crónica de la parte próxima del intestino delgado.
El único tratamiento eficaz para la enfermedad celiaca es una dieta estricta y absolutamente exenta de gluten para toda la vida.
Los síntomas digestivos de esta afección son diarrea, dolor abdominal, hinchazón después de comer, náuseas y vómitos, astenia, anorexia o pérdida de peso.
Entre los síntomas no digestivos están la anemia ferropénica crónica, las alteraciones menstruales, los abortos de repetición, los trastornos de la coagulación, e incluso los trastornos psiquiátricos.
Se estima que la prevalencia mundial de la enfermedad celíaca es muy relevante y afecta a 1 de cada 266 personas. En España oscila entre 1 de cada 118 niños y 1 de cada 389 adultos.
“Gluten free” para no celíacos
Los productos sin gluten son cada vez más populares entre las personas no diagnosticadas con celiaquía que han decidido eliminar esta proteína de la dieta para perder peso.
Estos productos se han consolidado como una categoría diferenciada en los puntos de venta de alimentos, cuya oferta ha crecido un 136 % entre 2013 y 2015.
“No hay ninguna evidencia científica de que una persona que no sea intolerante al gluten tenga que dejar de tomarlo para adelgazar”, ha advertido Belén Rodríguez, profesora de la Escuela Universitaria Real Madrid de la Universidad Europea y del Máster en Entrenamiento y Nutrición Deportiva.
Rodríguez ha señalado que un profesional podría recomendar una dieta para adelgazar reduciendo los cereales para ingerir menos hidratos de carbono, pero no menos gluten.
También hay personas que eliminan esta proteína de su dieta porque han desarrollado una sensibilidad no celíaca: “Hay deportistas que no son intolerantes, pero al hacer mucho esfuerzo puede ser que no les siente bien”, explica esta experta.
Para adelgazar de manera saludable, Belén Rodríguez recomienda ponerse en manos de un profesional y llevar una dieta saludable rica en frutas y verduras que contenga todos los tipos de alimentos: legumbres, carnes, pescados, lácteos, etc., y sobre todo, no hacer dietas que no se puedan mantener a largo plazo.
Problemas de salud
Los médicos de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) han advertido que las personas sanas que no ingieran gluten pueden tener problemas de salud.
El doctor de la SEPD y especialista de Aparato Digestivo de los Hospitales Virgen de la Macarena y Virgen del Rocío de Sevilla, Federico Argüelles, aconseja a las personas que tengan síntomas de intolerancia al gluten a que se realicen un diagnóstico sobre la existencia o no de celiaquía.
“Actualmente las intolerancias alimentarias tienen mucha difusión; la población tiene mucha información sobre los efectos secundarios y si piensa que algo le sienta mal, lo deja de tomar”, ha señalado Argüelles.
Pero, cuidado, porque la no ingestión de esta proteína en personas sanas puede tener efectos secundarios y desarrollar problemas de salud.
Según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Harvard en Boston (EE.UU.), las dietas sin gluten pueden aumentar el riesgo de diabetes del tipo 2.
Y esto es debido a que los alimentos libres de gluten contienen, por lo general, menos cantidad de fibra dietética y de otros micronutrientes, por lo que son menos nutritivos.
Riesgo de contaminación alimentaria
La Asociación de Celíacos de Cataluña, por su parte, ha denunciado la banalización de las dietas sin gluten que pueden comportar mayor riesgo de consumo de alimentos contaminados con esta proteína, al relajarse los protocolos de manipulación de estos productos.
“La vida sin gluten no es una opción, es una obligación para los celíacos”, sostiene un manifiesto de esta asociación, que “asiste atónita al hecho de que gurús y falsos nutricionistas defienden dietas sin gluten entre la población sana”.
Una dieta sin gluten puede comportar serios problemas de salud para la población sana, del mismo modo que la moda de comer sin gluten “nos aboca a un riesgo importante y real de consumir alimentos contaminados”, sostiene la entidad.
La asociación alerta de que el 40 % de los celíacos transgrede la dieta estricta sin gluten y en el 75 % de los casos se debe a ingestas involuntarias debido a la contaminación cruzada de los alimentos, y advierte que solo con la ingesta de 50 miligramos diarios de gluten un celíaco puede tener problemas digestivos.
En el manifiesto, la asociación apuesta por concienciar a las administraciones de la necesidad de ofrecer ayudas para la compra de alimentos sin gluten, mucho más caros que el resto, y por mejorar el etiquetado de los productos para que incluyan, además de los alérgenos, las trazas de otras sustancias que contienen.
Fuente: EFE