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Científicos argentinos crean «huesos» con impresoras 3D que el cuerpo absorbe en forma natural

Los tejidos óseos enfermos o debilitados por una patología o a raíz de un accidente podrán reconstruirse utilizando una impresora 3D para luego ser reabsorbidos en forma natural hasta que el propio organismo regenere esa pieza, sin necesidad de colocar injertos metálicos.

Este sistema fue presentado por cinco científicos argentinos investigadores del Conicet (del INTI y la Universidad de Tucumán), en la competencia 100k Latam organizada recientemente por el Instituto Tecnológico Buenos Aires (ITBA) y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT); participó en la edición 2019 de los premios Samsung Innova y la tercera edición de Emprendé ConCiencia de la Fundación Invap.

El ingeniero y especialista en nanopartículas Leandro Monsalve, dijo a Télam que «luego de diez años de investigación básica logramos elaborar este sistema cuyo resultado final es la generación de un andamiaje biodegradable que, mediante filamentos osteoconductivos, logra que la pieza ósea dañada se regenere en forma natural».

La utilización de impresoras 3D tiene múltiples aplicaciones en el ámbito de la salud, pero su uso para construir un andamiaje o «scaffold» que pueda ser aceptado y reabsorbido en forma natural y que a su vez regenere la pieza ósea faltante «es único en la Argentina» y en el mundo «sólo una empresa belga lo realiza, aunque con otros elementos», detalló Monsalve.

Fin de la placa de acero

Marcelo Vázquez, integrante del equipo, aseguró que la aplicación más común se da en víctimas de accidentes de tránsito, «cuando el hueso sufre una rotura y en vez de fijarlo con una pieza metálica, se coloca el ‘scaffold’ en el lugar dañado como una suerte de prótesis y el mismo organismo regenera el tejido».

Los científicos indicaron que con este sistema «pueden reducirse los tiempos de recuperación con un costo mucho menor y sin intervenciones posteriores, lo que se ve mayormente en los niños, quienes de otra manera deben ir a controles para verificar el estado de la pieza metálica injertada».

Vázquez explicó que en el caso de que la lesión sea en el cráneo «se parte de una tomografía y luego se imprime el sector del cráneo dañado. Posteriormente se llama al médico para que determine las fijaciones del ‘scaffold’ que, una vez colocado, el propio organismo se lo va comiendo»

Y añadió: «Esto es un avance para que la medicina regenerativa sea más amplia con un costo más asequible para las personas».

En conversaciones con la Anmat

Los científicos destacaron que luego de la presentación en el concurso organizado por el ITBA y el MIT, entablaron conversaciones con la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) para su aprobación y con directores de hospitales para aplicarlo a los pacientes.

Monsalve destacó que el nuevo desafío «es incorporar esta tecnología en la práctica médica a través de este diseño de prótesis personalizada y aplicada en forma natural ya que el andamiaje está compuesto por materiales que ya se utilizan y están probados de forma exitosa».

Fracturas y osteoporosis

Uno de las enfermedades óseas más comunes, la osteoporosis, es la causante de la mayor parte de las fracturas en especial en hombres y mujeres mayores de cincuenta años.

Según estadísticas oficiales, la mitad de las mujeres mayores de 50 años sufrirán una fractura de cadera, muñeca o columna en algún momento de su vida mientras que en los hombres el porcentaje es uno de cada cinco.

En la Argentina hay un promedio anual de 34.000 fracturas de cadera en personas mayores de 50 años, es decir 90 por día, con una relación aproximada de tres mujeres por cada hombre.

Fuente: lanacion.com.ar