Una caña para pescar pesticidas
Investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata desarrollan un proyecto que busca eliminar pesticidas y fármacos en las aguas superficiales del Arroyo del Gato. La investigación sería la primera en aprovechar el residuo de las plantaciones de caña de azúcar, conocidos como bagazo, y así utilizarlo como agente descontaminante en cursos de agua.
La fabricación de azúcar deja grandes volúmenes de residuos que se descartan día a día, pero este proyecto propone poner en valor un desecho industrial que puede resultar muy efectivo como agente de retención y filtración de sustancias altamente tóxicas como es el glifosato.
¿Cómo se logra? La doctora Patricia Allegretti, directora del proyecto, explica que “El secreto está en la capacidad del bagazo de adsorber, es decir, de atraer y retener sobre su superficie la polución de distintos contaminantes presentes en ríos y arroyos, en este caso, del territorio platense. Sin embargo, los resultados de su ejecución podrán hacerse extensivos a otras zonas de cultivo intensivo, utilizando el adsorbente de acuerdo a los contaminantes de cada región”.
Al haber encontrado la solución en un residuo de la actividad agrícola, los costos de este proceso son sumamente bajos. Asimismo, presenta una doble ventaja, ya que, además de descontaminar el agua, reduce los grandes volúmenes de bagazo que, hoy en día, después de cada zafra, son un problema para la provincia de Tucumán.
En esta provincia se producen aproximadamente 1.400.000 toneladas de caña de azúcar, lo que equivale aproximadamente a 369.600 toneladas de bagazo por zafra.
El Arroyo Del Gato es un curso de agua de la provincia de Buenos Aires que forma parte de la cuenca del río Santiago y que, a su vez, desemboca en el Río de La Plata. La zona de cultivos intensivos de verduras y flores, aledaños a este río, es de los principales espacios generadores de contaminación que afectan el agua subterránea.
En este ámbito, se identificaron dos tipos de contaminantes prioritarios: fertilizantes y plaguicidas (carbendazim, clorpirifós, imidacloprid, prometrina, atrazina, cimazina, cianazina, 2,4D, quinclorac, MCPA y glifosato). Sobre esto, los especialistas explicaron que se trata de químicos sumamente peligrosos, dado que son tóxicos incluso en concentraciones muy bajas. “Lo que se adsorbe se puede desorber, por lo que vuelve a quedar el bagazo limpio para eliminar esos contaminantes de forma permanente en un crematorio, y a su vez poder reutilizarlo”, remarca Allegretti.
Desde el Centro de Estudio de Compuestos Orgánicos de la UNLP destacan que este proyecto explora enfoques originales, ya que hasta el momento no se encuentran registros de la utilización del bagazo de la caña de azúcar como adsorbente de pesticidas en forma masiva. Para superar la fase de laboratorio, el grupo de investigación requeriría del trabajo interdisciplinario con áreas como la ingeniería.
Fuente: ctys.com.ar