Qué es la pirámide de gravedad del coronavirus y por qué la necesitamos
A falta de pruebas de diagnóstico masivas, uno de los mejores laboratorios de pronóstico de gripe ha pedido ayuda a Google y Facebook para distribuir unos cuestionarios en los que los usuarios informarán voluntariamente de sus síntomas para averiguar la proporción de asintomáticos y de contagiados leves
Cuando se trata de predecir la propagación de una enfermedad infecciosa, es crucial comprender lo que el profesor asociado de la Universidad Carnegie Mellon (CMU, EE. UU.) Ryan Tibshirani denomina «la pirámide de gravedad». La parte baja de la pirámide está compuesta por portadores asintomáticos (contagiados que se encuentran bien); el siguiente nivel lo forman los portadores sintomáticos (los que se sienten enfermos); luego vienen los ingresados, los críticos y finalmente los muertos.
Cada nivel de la pirámide tiene una relación directa con el siguiente. «Por ejemplo, lamentablemente, es fácil predecir cuántas personas morirán si se sabe cuántas personas necesitan cuidados intensivos», explica Tibshirani, que forma parte del grupo de investigación Delphi de CMU, uno de los mejores equipos de pronóstico de gripe en Estados Unidos. El objetivo, por lo tanto, consiste en tener una medida clara de los niveles más bajos de la pirámide, como base para realizar pronósticos sobre los niveles superiores.
Pero construir un modelo de este tipo es una tarea titánica. La escasez de pruebas de diagnóstico impide saber la cantidad de portadores asintomáticos. Los resultados tampoco reflejan con precisión el número portadores sintomáticos leves. Además, cada país tiene requisitos distintos para realizar la prueba, ya que algunos solo hacen test a los pacientes que requieren ingreso.
La opción que queda consiste en contar los portadores sintomáticos a través de una encuesta autoinformada a gran escala. Pero tal iniciativa no funcionará si no cubre una sección transversal suficientemente grande de toda la población. Ahora, el grupo Delphi, que ha estado trabajando con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC, por sus siglas en inglés) para ayudar a coordinar la respuesta nacional a la pandemia, ha decidido recurrir a las plataformas más grandes de EE. UU.: Facebook y Google.
En esta nueva colaboración con Delphi, ambos gigantes tecnológicos han acordado ayudar a recopilar datos de aquellos que eligen informar voluntariamente si han experimentando síntomas similares a los de la COVID-19. Facebook presentará a una fracción de sus usuarios en EE. UU. una encuesta realizada por la CMU, mientras que Google ha estado utilizando su aplicación Opinion Rewards, que permite a los usuarios responder a preguntas para obtener créditos de la tienda de aplicaciones. Se espera que esta nueva información permita al laboratorio crear proyecciones que ayudarían a los políticos a asignar recursos de manera más efectiva.
Ninguna de las compañías verá los resultados de la encuesta; simplemente presentan a sus usuarios las preguntas gestionadas y procesadas por el laboratorio. El laboratorio tampoco compartirá ninguno de los datos sin procesar con ninguna de las empresas. Aún así, estos acuerdos representan una gran anomalía en las prácticas habituales de intercambio de datos, lo que podría generar problemas de privacidad. «Si no se tratara de una pandemia, no sé si las compañías querrían correr el riesgo de asociarse o pedir directamente información tan personal como la que se refiere al estado de salud», opina Tibshirani.
Sin esa cooperación, los investigadores habrían tenido dificultades para acceder a ese tipo de información. Varias otras aplicaciones permiten a los usuarios autoinformar los síntomas, incluida una muy popular en Reino Unido conocida como COVID Symptom Tracker que se ha descargado más de 1,5 millones de veces. Pero ninguna ofrece la misma cobertura sistemática y expansiva que una encuesta gestionada por Facebook o Google, según Tibshirani, quien considera que el proyecto reunirá millones de respuestas cada semana.
Tibshirani no sabe si las colaboraciones con Facebook y Google se mantendrán después de terminar la pandemia. Sin la urgencia y la presión de una crisis global, no está seguro de que las plataformas o sus usuarios sigan dispuestos a entregar esa información tan íntima sobre su salud. Pero él y el resto del laboratorio están agradecidos por lo que están recibiendo ahora. El experto concluye: «Creo que esto tiene el potencial de generar un impacto enorme».
Fuente: technologyreview.es