Científicos revelan lugares del mundo donde pueden surgir nuevos coronavirus

Los cambios globales en los usos de la tierra y el contacto con animales transmisores como murciélagos herradura, claves de un nuevo estudio

Un grupo de científicos de distintas lugares del mundo han finalizado un estudio con los “puntos calientes” del planeta Tierra donde pueden surgir nuevos coronavirus mortales, hecho que impulsado ​​básicamente por cambios globales en el uso de las tierras por parte de los humanos.

El estudio ha sido realizado por investigadores de las universidades de California, Berkeley, Politécnica de Milán y la de Massey, en Nueva Zelanda.

El trabajo realizado por María Cristina Rulli, Paolo D’Odorico, Nikolas Galli y David Hayman hace hincapié en cómo la fragmentación de los bosques, la expansión agrícola y la producción ganadera están acercando a los humanos a un contacto más cercano con los murciélagos herradura, que se sabe que son portadores de enfermedades zoonóticas, incluido el Covid-19.

Los resultados de los especialistas fueron publicados en la revista especializada Nature Food.

Las condiciones están “maduras” para que las enfermedades pasen de los murciélagos a los humanos, particularmente en China , donde una creciente demanda de productos cárnicos ha impulsado la expansión de la ganadería industrial a gran escala. Pero la lista incluye lugares como Inglaterra y Francia también, según informa el Daily Mail.

La producción ganadera concentrada es preocupante porque reúne grandes poblaciones de animales genéticamente similares, a menudo inmunosuprimidos, que son altamente vulnerables a los brotes de enfermedades, dicen los investigadores.

Dentro de la gran región analizada, China exhibe una concentración relativamente alta de producción ganadera con cercanías de distribuciones de murciélagos herradura lo que provoca el contagio. De hecho, es un punto de alta densidad de ganado dentro de esta región, con concentraciones más altas de pollos, patos, cerdos, cabras y ganado, que las que existen fuera de China. Dentro de un radio de 30 kilómetros desde las ubicaciones de murciélagos observadas, la densidad de pollos, patos, cerdos, cabras y ganado fue nuevamente significativamente mayor que las ubicaciones seleccionadas al azar fuera de China.

Los otros puntos importantes del mundo fuera de China se encuentran en Java, Bután, el este de Nepal, el norte de Bangladesh, el estado de Kerala, en la India, y todo el noreste de ese mismo país.

Si bien también hay ‘puntos fríos’ de bajo riesgo en el sur de China, el análisis también encontró que partes del país al sur de Shanghai, así como Japón y el norte de Filipinas, corren el riesgo de convertirse en puntos calientes con una mayor fragmentación de los bosques.

Mientras tanto, partes del sudeste asiático continental como Indochina y Tailandia pueden convertirse también en regiones de riesgo por los cambios en la producción ganadera, revela la investigación.

Para el estudio los científicos usaron la tele detección para analizar los patrones habitabilidad del murciélago de herradura, que se extiende desde el sudeste asiático hasta Europa occidental, aunque en este caso en mucho menor medida.

Esto les permitió encontrar los posibles puntos calientes donde el hábitat es favorable para estas especies de murciélagos de la familia de las Rhinolophidae, y donde los virus zoonóticos podrían saltar de los murciélagos a los humanos con más facilidad

“Los análisis tenían como objetivo identificar la posible aparición de nuevos puntos calientes en respuesta a un aumento en uno de los tres atributos del uso de la tierra”, dijo la coautora del estudio, María Cristina Rulli, de la Universidad Politécnica de Milán. “Destacamos tanto las áreas que podrían volverse adecuadas para el derrame como el tipo de cambio de uso de la tierra que podría inducir la activación de puntos calientes. Esperamos que estos resultados puedan ser útiles para identificar las intervenciones específicas de cada región necesarias para aumentar la resistencia a los efectos de contagio del coronavirus”.

El murciélago herradura, en estudio

Se sabe que los murciélagos de herradura son portadores de una variedad de coronavirus, incluidas cepas que son genéticamente similares a las que causan coronavirus y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS). Son una especie generalista y a menudo se han observado en áreas muy cambiadas por la mano del hombre.

​Son animales sedentarios y se alimentan a unos pocos kilómetros -generalmente menos de 10- de sus refugios, que suelen estar separados en un radio de 13 a 90 kilómetros. Y solo viajan de 20 a 60 kilómetros entre los refugios de invierno y verano.

“Los cambios en el uso de la tierra pueden tener un impacto importante en la salud humana, tanto porque estamos modificando el medio ambiente como porque eso aumenta nuestra exposición a enfermedades zoonóticas a ser los animales a quienes se les modifica su hábitat”, dijo D’Odorico, profesor de ciencias ambientales, políticas gerencia en Berkeley.

“Cada cambio formal en el uso de la tierra debe evaluarse no solo por los impactos ambientales y sociales en recursos como las reservas de carbono, el microclima y la disponibilidad de agua, sino también por las posibles reacciones en cadena que podrían afectar la salud humana”, agregó.

La invasión humana de hábitats naturales también puede aumentar indirectamente la exposición a enfermedades zoonóticas al reducir la biodiversidad. Cuando las tierras forestales se fragmentan y los hábitats naturales se destruyen, las especies que requieren hábitats muy específicos para sobrevivir, llamadas “especialistas”, pueden disminuir o incluso extinguirse.

Fuente: clarin.com