Científicos alertan de que se ha perdido 1 de cada 9 especies, el doble de lo estimado, por la acción del hombre
Un nuevo estudio alerta de que los seres humanos han eliminado unas 1.400 especies de aves, una de cada nueve, lo que supone el doble de lo que se creía, lo que tiene importantes consecuencias para la actual crisis de biodiversidad, según publican los investigadores en la revista ‘Nature Communications’.
Muchas de las islas del mundo eran antes paraísos vírgenes, pero la llegada de los humanos a lugares como Hawai, Tonga y las Azores provocó, con el tiempo, impactos de gran alcance como la deforestación, la caza excesiva y la introducción de especies invasoras. Como consecuencia, las especies de aves desaparecieron.
Aunque se tiene constancia de la desaparición de muchas aves desde el siglo XVI, nuestro conocimiento del destino de las especies anteriores se basa en los fósiles, y estos registros son limitados porque los huesos ligeros de las aves se desintegran con el tiempo. Esto oculta el verdadero alcance de las extinciones globales, advierten.
En la actualidad, los investigadores creen que 1.430 especies de aves –casi el 12%– han desaparecido a lo largo de la historia moderna de la humanidad, desde el Pleistoceno tardío, hace unos 130.000 años, y que la gran mayoría de ellas se extinguieron directa o indirectamente debido a la actividad humana.
El estudio, dirigido por el UK Centre for Ecology & Hydrology (UKCEH), en Reino Unido, utilizó modelos estadísticos para estimar las extinciones de aves no descubiertas.
Rob Cooke, autor principal del estudio y modelizador ecológico del UKCEH, afirma que el estudio «demuestra que el impacto humano sobre la diversidad de las aves ha sido mucho mayor de lo que se creía hasta ahora».
«Los humanos han devastado rápidamente las poblaciones de aves mediante la pérdida de hábitats, la sobreexplotación y la introducción de ratas, cerdos y perros que asaltaban los nidos de las aves y competían con ellas por el alimento –asegura–. Demostramos que muchas especies se extinguieron antes de los registros escritos y no dejaron rastro, se perdieron de la historia».
Por su parte, el doctor Soren Faurby, de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) y coautor del estudio, añade que «estas extinciones históricas tienen importantes implicaciones para la actual crisis de biodiversidad».
«Es posible que el mundo no sólo haya perdido muchas aves fascinantes, sino también sus variadas funciones ecológicas, que probablemente hayan incluido funciones clave como la dispersión de semillas y la polinización –apunta–. Esto habrá tenido efectos nocivos en cascada sobre los ecosistemas, por lo que, además de las extinciones de aves, habremos perdido muchas plantas y animales que dependían de estas especies para sobrevivir».
Las observaciones y los fósiles muestran que 640 especies de aves se han extinguido desde el Pleistoceno tardío, el 90% de ellas en islas habitadas. Estas especies van desde el emblemático dodo de Mauricio hasta la gran alca del Atlántico Norte, pasando por la menos conocida abubilla gigante de Santa Elena.
Pero los investigadores calculan que la cifra real es algo más del doble: 1.430 especies perdidas, lo que supone algo menos de 11.000 en la actualidad. Según el doctor Cooke, es probable que sólo unas 50 de estas especies se hayan extinguido de forma natural.
Los científicos afirman que su estudio ha desvelado la mayor extinción de vertebrados provocada por el hombre en la historia, durante el siglo XIV, y estiman que se perdieron 570 especies de aves tras la llegada del hombre al Pacífico Oriental, incluidos Hawai y las islas Cook, casi 100 veces la tasa de extinción natural.
Creen que también se produjo un gran evento de extinción en el siglo IX a.C., impulsado principalmente por la llegada de personas al Pacífico Occidental, incluidas Fiyi y las Islas Marianas, así como las Islas Canarias, y destacan el evento de extinción en curso, que comenzó a mediados del siglo XVIII.
Desde entonces, además del aumento de la deforestación y la propagación de especies invasoras, las aves se han enfrentado a las amenazas antropogénicas adicionales del cambio climático, la agricultura intensiva y la contaminación.
Según investigaciones anteriores de los autores, corremos el riesgo de perder hasta 700 especies de aves más en los próximos cientos de años, lo que supondría una diezma de especies sin precedentes provocada por el hombre.
Pero el doctor Cooke puntualiza que «que se extingan más especies de aves depende de nosotros. La conservación reciente ha salvado algunas especies y ahora debemos aumentar los esfuerzos para proteger las aves, con la restauración del hábitat dirigida por las comunidades locales».
El equipo del estudio basó sus estimaciones modelizadas en las extinciones conocidas y el alcance del esfuerzo de investigación pertinente en regiones comparadas con Nueva Zelanda, el único lugar del mundo donde se cree que se conoce por completo la avifauna prehumana, con restos bien conservados de todas las aves que allí habitaban.
Fuente: europapress.es