Experimento demuestra que las cacatúas también pueden combinar herramientas

Hasta ahora se creía que esa habilidad era propia de los primates. Pero un grupo de científicos ha demostrado que las cacatúas de Tanimbar (Cacatua goffiniana) pueden entrar al selecto grupo

Después de los humanos, los chimpancés (Pan troglodytes) son los animales que usan la gama más diversa de herramientas. Entre ellas destacan los palos para capturar hormigas y termitas, y las piedras para romper nueces, para el aseo personal y para comunicarse.

Aunque esta habilidad es poco común en el mundo animal, estos grandes simios no son los únicos en recurrir a varios utensilios para conseguir sus objetivos.

En un nuevo trabajo, publicado en la revista Scientific Reports, un equipo internacional de científicos realizó una serie de experimentos con cacatúas de las Tanimbar (Cacatua goffiniana), conocidas por su capacidad para resolver problemas y su habilidad para utilizar herramientas simples, como palos, para abrir cáscaras de nueces y semillas.

En este caso, emplearon herramientas compuestas, inspirándose en deportes como el hockey o el cricket para el diseño del estudio. Así, los científicos de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena (Austria), la Universidad de Birmingham (Reino Unido) y la Universidad de Viena idearon un juego parecido al golf con un palo y una bola.

Las aves tuvieron que manipular la bola a través de un agujero en una caja cerrada, y luego utilizar un palo para empujarla hacia el lado del contenedor donde se activaba un mecanismo de trampilla. Este, a su vez, liberaba un anacardo para el pájaro.

Tres de las cacatúas descubrieron cómo utilizar el palo para colocar la bola en la posición adecuada para conseguir la recompensa

Tres de las cacatúas descubrieron cómo utilizar el palo para colocar la bola en la posición adecuada para conseguir la recompensa, lo que demuestra un alto nivel de innovación en las herramientas.

“Uno de los aspectos más sorprendentes del proceso fue observar cómo estos animales inventaban cada uno su propia técnica individual para sujetar el palo y golpear la bola, a veces con una destreza asombrosa”, señala el español Antonio Osuna-Mascaró, de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena y autor principal del trabajo.

Fuente: elespectador.com