El elegante (y suicida) mecanismo de defensa de los pulgones asiáticos contra sus depredadores [VIDEO]

Los pequeños pulgones Nipponaphis monzeni protegen sus colonias arriesgando sus propias vidas: se lanzan al agujero de las abogallas en las que viven y luego arrojan un líquido graso que sella el ingreso rápidamente. El artículo científico fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences de Estados Unidos.

El autosacrificio en pos del grupo es una constante presente en muchas especies sociales de insectos. Este es el caso de los Nipponaphis monzeni, áfidos asiáticos que viven en las abogallas de las hojas del Distylium racemosum.

Cuando sus depredadores (por ejemplo, larvas de lepidópteros) perforan la pared de sus casas, los pequeños soldados accionan un particular y elegante mecanismo de defensa: expulsan drásticamente un líquido rico en grasa para así sellar el “boquete” de sus enemigos. Pese a que pueden permanecer accidentalmente en el lado equivocado de la bilis, o incluso quedar atascados en ella, éste ejército microscópico lo da todo por la prevalecencia de su grupo.

Mayako Kutsukake, Takema Fukatsu y sus colegas del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Tsukuba, analizaron la bioquímica de este fluido, obtenido de pulgones colocados en solución salina. La composición resultante fue la siguiente: lípidos similares a los hemocitos, aminoácidos de tirosina, enzimas fenol oxidasa y proteína RCP.

Según los científicos, el proceso secuencial consiste en la destrucción de los hemocitos y la liberación de gotas de grasa, que luego forman un trombo denso prácticamente instantáneo. Finalmente, la fenol oxidasa convierte la tirosina en melanina que, junto con la proteína RCP y otras macromoléculas, fortalecen el sellado.

Al parecer, los pulgones Nipponaphis monzeni aprendieron a combinar la respuesta individual del sistema inmunitario en un poderoso medio de protección colectiva contra los depredadores. Uno para todos, y todos para uno.

Fuente: nmas1.org