La fábrica de aviones Lockheed-Azcárate en San Luis Potosí. La primera en su tipo en América Latina
Sergio A. Cañedo Gamboa
Al finalizar la década de 1950 el aeropuerto de San Luis Potosí recibía caravanas de avionetas procedentes de los Estados Unidos, vuelos comerciales que conectaban con los nuevos aeropuertos ubicados en las principales ciudades de los estados circundantes con San Luis, principalmente hacia el norte y noreste del país. La aviación civil estaba entrando en una fase de apogeo y México además buscaba integrarse a los procesos de industrialización.
La muestra más clara de este interés por surcar los cielos e innovar en la industria aeronáutica fue la iniciativa de establecer una fábrica de aviones la cual sería la primera en su tipo en América Latina, sobre ella presento unas notas preliminares fundamentadas en la investigación histórica que actualmente desarrollo.
La noticia de dicha iniciativa la dio a conocer el general Abelardo L. Rodríguez, ex presidente de la república a finales de 1958, quien puntualizó que se integró una sociedad entre varios inversionistas mexicanos siendo el más importante, el general Juan F. Azcárate, experto en aeronáutica y precursor de la aviación mexicana; dicha sociedad contaría con la participación de la empresa Lockheed Aircraft Corporation. Al momento de realizar el anuncio el general no externó la ubicación en donde se establecería la fábrica, no obstante, dio a conocer que la denominación de la empresa sería Lockheed-Azcárate S.A.
En el transcurso de unas semanas, y tras haber concluido un conflicto post electoral llegó a San Luis Potosí, en enero de 1959, el periodista Francisco Martínez de la Vega en calidad de gobernador sustituto. Martínez de la Vega, con el fin de recobrar la tranquilidad social y reactivar la economía local inició un programa de promoción industrial enalteciendo a San Luis Potosí como el “centro geográfico del país inmejorablemente comunicado y dotado de todos los recursos naturales para el progreso de cualquier empresa”.
En el marco de las acciones de este programa se dio a conocer en septiembre de 1959 que la ciudad de San Luis Potosí sería el lugar seleccionado para la instalación de la fábrica de aviones Lockheed-Azcárate S.A. La noticia la dieron el general Juan F. Azcárate y el licenciado Santiago J. Vivanco, secretario de promociones del gobierno del estado. Sin embargo, faltaban algunos detalles por afinar.
En entrevista para un diario local, el general e Ingeniero Juan F. Azcárate comentó: “que en San Luis se instalará la poderosa empresa si reúne las condiciones requeridas para garantía de la importante inversión”. El licenciado Vivanco por su parte manifestó que: “todos los requisitos estaban resueltos y satisfechos, incluso el del terreno apropiado para la instalación de la valiosa firma”. Inmediatamente, se procedió a la inspección de los terrenos por parte de personal especializado enviado por la empresa a cargo del general Ingeniero Armando Moraira Almeida.
Una vez realizadas las supervisiones, el consejo directivo de Lockheed-Azcárate S.A. aprobó la instalación de la fábrica en San Luis Potosí. Se consideraron favorables los ofrecimientos hechos por el gobierno del estado como las facilidades fiscales de exención de impuestos por treinta años, la construcción de un camino de acceso a la fábrica, la instalación de una línea transportadora de corriente eléctrica y de tres líneas telefónicas, así como el terreno que fue proveído a la empresa con dimensión de 200 hectáreas.
Acordados los términos se firmó en septiembre de 1959 el convenio entre el gobierno y la empresa para la construcción de la fábrica la cual como aseveraban los firmantes sería la primera en su tipo en América Latina. Su instalación venía de la mano de proyectos ambiciosos en el corto plazo, el general Azcárate expresó en una entrevista que la empresa: “iniciará en México una de las industrias más valiosas de la era supersónica, primero con la producción de aeroguayines de combustión interna y en poco tiempo con la de aparatos más potentes de turbo-hélice”. El capital inicial a invertir sería de 25 millones de pesos y se contaría con el personal técnico que se encargaría de la construcción de las aeronaves. Tanto el capital como el personal serían principalmente de origen mexicano.
Lockheed-Azcárate proyectaba, una vez concluidas las instalaciones de la fábrica “producir un avión por turno, y 75 por mes. Y los primeros deben salir de la fábrica a principios de 1960”. Cada aparato tendría un costo de 19,500 dólares, por lo que sería “el avión más barato del mundo y más original por su acondicionamiento a las necesidades de la América Latina”.
Mientras se iniciaba la edificación y equipamiento de la fábrica en San Luis, Lockheed diseño y fabricó un prototipo de la aeronave (LASA 60) en su planta de Marietta, Georgia, Estados Unidos, el que posteriormente se construiría en San Luis. Este prototipo era un aeroguayín de seis plazas, convertible en ambulancia, fumigador, con capacidad de 700 kilos, y anfibio e hidroplano. Se consideraba que el diseño del avión obedecía a las (especificaciones de acuerdo a las) necesidades económicas y geográficas de los países de Latinoamérica. Para su construcción en San Luis Potosí, la Lockheed-Azcárate S.A. envió técnicos egresados de las escuelas de aviación mexicanas a especializarse y capacitarse a las plantas Constelation en los Estados Unidos.
En octubre de 1959 se colocó la primera piedra de la fábrica de aviones, no obstante, los trabajos habían iniciado desde el mes anterior. Con ello tomó fuerza el discurso de la entrada de San Luis a la era de la industrialización. “Las unidades [que se producirán en la fábrica, decía el gobernador] llevarán un mensaje de paz y trabajo que SLP envía a todos los hombres de todos los credos y de todas las razas, como una prueba del esfuerzo de los potosinos hacia el progreso”.
La expectativa que generó el proyecto fue tan elevada que el general Azcárate se comprometió a entregar el primer avión en el verano de 1960 y esperaba que en dos años la planta produjera aviones a turbo reacción. Sin embargo, no todo resultó como se esperaba. Datos preliminares que he obtenido indican que solo se construyeron 44 aviones, 18 de ellos fueron vendidos a la Fuerza Aérea Mexicana. De los aviones fabricados en San Luis, varios se enviaron a Australia en 1961; hay versiones encontradas respecto a su adaptabilidad a las necesidades del mercado australiano.
En 1961 Lockheed vendió la patente del LASA 60 a la empresa italiana Aeronáutica Macchi y todo indica que pocos años después se dejó de producir este modelo en San Luis Potosí.
El Colegio de San Luis

Fotografía 1. Imagen del prototipo del LASA 60 presentada por el ingeniero Juan F. Azcárate en San Luis Potosí en septiembre de 1959. Fuente: El Sol de San Luis, septiembre de 1959. Cortesía Cibnor.

Fotografía 2. Imagen capturada el 16 de junio de 1960: “Se presenta un nuevo avión: Lockheed Aircraft en Burbank presenta el nuevo avión, LASA 60, programado para producción en tres continentes. En el debut están, de izquierda a derecha, el coronel C. A. Gandarilla, piloto jefe de Lockheed-Azcarate S.A., filial de Lockheed en México que producirá el avión allí; W. S. McGilvray Jr., vicepresidente de ventas, y Pedro DeLa Maza, gerente de ventas en México. El avión también se producirá en Italia y Argentina”. Fuente: https://cdm16703.contentdm.oclc.org/digital/collection/photos/id/45421/-Kaiser].

Fotografía 3. El presidente Adolfo López Mateos acompañado por miembros de su comitiva y empresarios conversando con un militar, durante la inspección de aviones hechos en San Luis Potosí. Fuente: Mediateca INAH, Archivo Casasola, López Mateos inspecciona aviones hechos en S.L.P.
Fuente: oem.com.mx