Investigadores europeos desarrollan ‘tatuajes vivos’ con microorganismos que transforman las fachadas en filtros de CO2 y contaminantes
Un equipo de investigación internacional quiere integrar microorganismos seleccionados en los revestimientos de fachadas para dar vida a las paredes de los edificios.
- Microorganismos vivos integrados en fachadas.
- Capturan CO₂, filtran contaminantes, reparan grietas.
- Aplicación precisa con tinta viva impresa.
- Proyecto europeo REMEDY, inversión de 3 millones €.
- Potencial de 9,4 mil millones m² de superficie utilizable.
- Impulso a ciudades más sostenibles y resilientes.
Tatuajes vivos para edificios
Una alianza internacional de investigadores y empresas está desarrollando un sistema innovador para transformar las fachadas de los edificios en superficies vivas, capaces de mejorar el entorno urbano, capturar CO₂ y filtrar contaminantes del aire. El proyecto REMEDY, financiado por el Consejo Europeo de Innovación, impulsa el desarrollo de “tatuajes vivos” para ciudades resilientes y sostenibles.
Fachadas que respiran y se regeneran
Tradicionalmente, las paredes exteriores son elementos pasivos. Sin embargo, el objetivo del consorcio REMEDY es integrarlas a la vida urbana como actores activos. Utilizando una tinta viva compuesta por microorganismos cuidadosamente seleccionados, se busca crear una capa funcional capaz de:
- Capturar dióxido de carbono atmosférico.
- Filtrar compuestos contaminantes.
- Resistir a microorganismos patógenos.
- Autorregenerarse ante grietas superficiales.
Estas funciones no solo aumentan la durabilidad de los materiales, sino que convierten cada metro cuadrado de pared en una microherramienta ecológica.
Potencial de aplicación masiva
Con 9,4 mil millones de metros cuadrados de fachadas y tejados en proceso de renovación o construcción en la Unión Europea durante los próximos 25 años, el potencial para esta tecnología es enorme. Según Carole Planchette, del Instituto de Mecánica de Fluidos y Transferencia de Calor, se trata de una oportunidad única para maximizar el uso de superficies ya existentes sin ocupar nuevos espacios naturales.
Una tinta que respira
El desarrollo de esta tinta biológica implica desafíos técnicos significativos. Las comunidades microbianas, con tamaños de varios micrómetros, deben ser compatibles con la impresión por inyección de tinta, un proceso diseñado originalmente para partículas nanométricas. Para resolver este reto, el equipo colabora con Qres Technologies y Tiger Coatings para adaptar la tecnología y permitir una aplicación controlada, precisa y rápida.
Una microbiología al servicio de la arquitectura
En la Universidad de Ljubljana, el equipo liderado por la microbióloga Nina Gunde-Cimerman trabaja en el diseño de consorcios microbianos multirreino, es decir, grupos de bacterias, hongos y otros microorganismos que coexistan de forma estable y funcional. Este microbioma artificial será resistente a condiciones ambientales extremas y capaz de generar beneficios ecosistémicos de forma continua.
Innovación interdisciplinaria
El REMEDY no solo es un ejercicio de biotecnología aplicada: también implica un avance en los materiales vivos y en los procesos de biofabricación personalizados. Como señala la coordinadora del proyecto, Anna Sandak del instituto InnoRenew CoE, el objetivo es fusionar biología sintética, ciencia de materiales y diseño arquitectónico para redefinir cómo se construyen y mantienen las ciudades.
Potencial de esta tecnología
- Reduce la huella de carbono al capturar CO₂ directamente desde las superficies urbanas.
- Mejora la calidad del aire, eliminando contaminantes sin requerir sistemas eléctricos adicionales.
- Prolonga la vida útil de los materiales al proteger y reparar activamente las fachadas.
- Evita el uso de recubrimientos tóxicos o peligrosos como pinturas con derivados del amianto.
- Revaloriza el espacio urbano construido, integrando funciones ecológicas sin consumir suelo natural.
- Favorece el desarrollo de una economía circular y de baja energía en el sector de la construcción.
Estos “tatuajes vivos” no son solo una solución estética o tecnológica, sino una propuesta real y viable para enfrentar los retos medioambientales y urbanos del siglo XXI.
Fuente: ecoinventos.com