Un dinosaurio del tamaño de un colibrí resiste 99 millones de años en ámbar

Un pequeño cráneo parecido al de un pájaro podría representar al dinosaurio mesozoico más pequeño conocido en el registro fósil, que ha sido denominado Oculudentavis khaungraae.

Mientras trabajaba en fósiles del norte de Myanmar, Lars Schmitz, profesor asociado de biología en el Departamento de Ciencias WM Keck, y un equipo de investigadores internacionales descubrieron un espécimen de cráneo aparentemente maduro conservado en ámbar birmano. El tamaño del espécimen está a la par con el del colibrí abeja, el ave viva más pequeña.

“La preservación en ámbar de vertebrados es rara, y esto nos proporciona una ventana al mundo de los dinosaurios en el extremo más bajo del espectro del tamaño del cuerpo –señala Schmitz–. Sus características anatómicas únicas apuntan a una de las aves más pequeñas y antiguas jamás encontradas”.

El equipo, que publica resultados en Nature, estudió las características distintivas del espécimen con escáneres en sincrotrón de alta resolución para determinar cómo el cráneo del ‘Oculudentavis khaungraae’ difiere de los de otros especímenes de dinosaurios similares a las aves de la época.

Descubrieron que la forma y el tamaño de los huesos del ojo sugerían un estilo de vida diurno, pero también revelaron sorprendentes similitudes con los ojos de los lagartos modernos. El cráneo también muestra un patrón único de fusión entre diferentes elementos óseos, así como la presencia de dientes. Los investigadores concluyeron que el pequeño tamaño y la forma inusual del espécimen sugieren una combinación de características nunca antes vista.

El descubrimiento representa un espécimen que previamente faltaba en el registro fósil y proporciona nuevas implicaciones para comprender la evolución de las aves, lo que demuestra la miniaturización extrema del tamaño del cuerpo de las aves al comienzo del proceso evolutivo. La preservación del espécimen también resalta el potencial de los depósitos de ámbar para revelar los límites más bajos del tamaño del cuerpo de los vertebrados.

“Ningún otro grupo de aves vivas presenta especies con cráneo similarmente pequeño en adultos –añade Schmitz–. Este descubrimiento nos muestra que solo tenemos un pequeño vistazo de cómo se veían los pequeños vertebrados en la era de los dinosaurios”.

Fuente: europapress.es