Revelan maestría de los antiguos indios Pueblo construyendo formas arquitectónicas complejas

Imaginemos que debemos planificar y construir un edificio que incorpore varias formas geométricas complicadas, pero que no se nos va a permitir escribir ningún número o anotación mientras lo hacemos. Para la mayoría de nosotros, ello sería imposible.

Sin embargo, una nueva investigación ha revelado que los antiguos Pueblo, indios del sudoeste estadounidense que no poseían lenguaje escrito ni sistema numérico escrito, hicieron precisamente eso, y utilizaron estas desconcertantes habilidades para construir conjuntos arquitectónicos sofisticados.

La profesora Sherry Towers, de la Universidad Estatal de Arizona en Estados Unidos, ha estado sacando a la luz este portento durante los años que ha pasado estudiando el yacimiento arqueológico del Templo del Sol, construido en torno al año 1200 de nuestra era y ubicado en lo que hoy en día es el Parque Nacional de Mesa Verde, en Colorado.

Se sabe que el lugar fue un importante centro de ceremonias en la región para los indígenas Pueblo ancestrales. Entre esas ceremonias figuraban las del solsticio. El interés original de Towers hacia el yacimiento se centraba básicamente en averiguar si también fue utilizado para observar estrellas.

No obstante, a medida que Towers ahondaba en la distribución y la arquitectura del lugar, aumentaban los detalles asombrosos que atraían su atención.

Ella se percató de que durante su inspección se topaba una y otra vez con las mismas medidas. Cuando vio que la distribución de los rasgos principales del lugar también implicaba muchas formas geométricas, decidió examinarlo más minuciosamente.

Las formas geométricas utilizadas en este conjunto arquitectónico son hoy en día familiares para cualquier estudiante de ciclo previo al universitario: triángulos equiláteros, cuadrados, triángulos rectángulos de 45 grados, triángulos pitagóricos, y el “rectángulo dorado”, que era bien conocido por los arquitectos de la antigua Grecia y el Antiguo Egipto y que se usa a menudo en el arte occidental debido a sus proporciones estéticamente agradables.

Con algún conocimiento geométrico, un borde recto, un compás o cuerda, y una unidad de medida, todas esas formas son bastante fáciles de construir. Pero, a diferencia de los antiguos griegos y egipcios, así como de los mayas, los indígenas ancestrales Pueblo no poseían lenguaje escrito o un sistema numérico que les ayudara a la hora de construir el lugar. Increíblemente, sus mediciones eran a pesar de todo casi perfectas, con un error relativo de menos de un uno por ciento.

Fuente: noticiasdelaciencia.com