Premian con 1.2 mdd a investigador argentino estadunidense por aportes de impacto a humanidad
Acaba de anunciarse: el matemático argentino-norteamericano Luis Caffarelli, licenciado y doctorado en la UBA, pero que actualmente trabaja en la Universidad de Texas en Austin, fue elegido para recibir el Premio Shaw 2018, una distinción que honra avances recientes en la investigación científica en matemática, astronomía, ciencias de la vida o medicina, o en aplicaciones que tengan un profundo impacto en la humanidad.
El premio, uno de los más importantes que se otorgan a la reina de las ciencias, está dotado de 1.200.000 dólares y se entregará en septiembre en Hong Kong, sede de la fundación creada por el filántropo Run Run Shaw en 2002.
Caffarelli fue reconocido por “su trabajo pionero en ecuaciones diferenciales”, afirma el anuncio. Y agrega que el matemático es un pionero “en el desarrollo de métodos que atacan problemas clásicos, pero muy difíciles de resolver. Por ejemplo, las ecuaciones de Navier-Stokes (que forman parte de los ‘problemas del milenio’ del Instituto Clay), y también es reconocido mundialmente como un referente en ecuaciones diferenciales parciales, que son cruciales para la física y otras ciencias. Por ejemplo, se usan para modelar el flujo de calor, los fluidos, las ondas electromagnéticas, la mecánica cuántica, la forma de las pompas de jabón y otros innumerables fenómenos físicos”.
“En general, dado que uno no tiene fórmulas explícitas para las soluciones a este tipo de ecuaciones, el análisis de sus propiedades es muy complicado, y depende de estimaciones muy delicadas –subraya el veredicto del jurado–. Caffarelli es un ‘master’ que frecuentemente llega a soluciones que dejan a otros pensando en cómo se le pudieron haber ocurrido. Continúa trabajando en la frontera de su campo y ha tenido una influencia enorme, tanto a través de su propio trabajo como del de sus estudiantes doctorales”.
Caffarelli fue alumno del Colegio Nacional de Buenos Aires. Obtuvo su licenciatura en Matemática a los 20 años en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. Más tarde se doctoró en Matemática en la misma universidad, aunque había cursado la mitad de la carrera de Física. Actualmente ocupa la Cátedra Sid Richardson en la Universidad de Texas en Austin. También fue profesor en las universidades de Minnesota y de Chicago, y del Instituto Courant de Ciencias Matemáticas en Nueva York. Entre 1986 y 1996 fue miembro permanente del Instituto de Estudios Avanzados, de Princeton, donde investigó Einstein y donde hoy trabajan los físicos argentinos Matías Zaldarriaga y Juan Martín Maldacena.
Entre otros, recibió el Premio Rolf Schock de la Real Academia de Ciencias de Suecia, el Premio Leroy P. Steele a su trayectoria, que le otorgó la Sociedad Matemática Norteamericana, y, en 2012, el Premio Wolf.
Fuente: anacion..com.ar