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Momia Juanita, “la niña del los hielos” de Perú, sigue maravillando al público

El Museo Santuarios Andinos del Perú invita al público a ver su muestra más importante, la momia “Juanita, la niña de los hielos”, que se encuentra casi intacta, con su ajuar y los objetos con que fue encontrada por un grupo de exploradores en 1995, en la montaña Ambato.

Hoy se conserva en un congelador especial con una cámara de vidrio cerrada al vacío.

Uno de los responsables del hallazgo, el arqueólogo Johan Reinhard, contó la historia del descubrimiento, durante su visita a Arequipa, en el mes de noviembre.

En declaraciones al Diario Correo, recordó que en la fecha del hallazgo él estaba realizando una expedición como parte del proyecto Altura del Sur Andino, junto a José Antonio Chávez y el andinista Miguel Zárate.

Habían subido a la parte norte del nevado para observar una erupción del volcán Sabancaya, y mirando hacia una cima vieron algo de tierra, así que decidieron escalar hasta ahí, donde encontraron el cuerpo congelado expuesto y rodeado de pertenencias y cerámicas. Seguramente contribuyeron las altas temperaturas.

Juntos llevaron la momia a Cabanaconde. Llegaron cerca de las 22 horas, pero en el lugar no había energía eléctrica para mantenerla en un ambiente fresco, por lo que decidieron trasladarla en un transporte público a Arequipa.

Reinhard recuerda que llegaron en la madrugada, y optaron por llevarla al Museo de la Universidad Católica Santa María, porque sabían que reunía las condiciones necesarias para mantenerla.

“Juanita no es mía, no es de la universidad, es del Estado”, aclaró el arqueólogo, mencionando que se firmó un acuerdo para que el cuerpo permanezca en la universidad hasta que en Cabanaconde tengan una infraestructura adecuada.

Su cuerpo, advirtió, necesita constante cuidado, que incluye una cámara de preservación, personal especializado, y un ambiente seguro, lo que se traduce en un costo de manutención.

El arqueólogo reconoció que los pobladores de Cayllona en los últimos años han estado solicitando el retorno de la momia ancestral, sin embargo, para que ello ocurra, significa que deberán demostrar que tienen los medios para asumir la responsabilidad.

Los resultados de estudios previos estimaron que Juanita tenía cerca de 13 a 14 años cuando entre 1440 o 1450 fue enterrada en los hielos de la montaña, luego de recibir un golpe en la cabeza. Presuntamente fue una de las víctimas de las aterradoras prácticas de sacrificios humanos de los Incas.

“Las pruebas de Carbono 14 sitúan la muerte de Juanita en 1466, durante el reinado del Sapa Inca Pachacútec Inca Yupanqui. Tenía una estatura de 1,40 metros, una dentadura perfecta, huesos fuertes y había sido esbelta y bella. No había sufrido de ninguna enfermedad, gozó de una alimentación con una buena dieta balanceada y finalmente murió de un certero golpe en la cabeza, producido probablemente con una ‘macana’, cuando estaba arrodillada”, explica un informe de Arequipa.

En sus últimos días de vida fue sometida a un ayuno, pero se le dieron algunos vegetales unas 6 a 8 horas antes de la muerte.

Pruebas de ADN evidenciaron que lejanos ancestros de la joven pertenecían a una tribu emparentada con el pueblo Ngobe de Panamá y con antiguas razas taiwanesas y coreanas.

Sacrificios incas

Algunos investigadores sugieren que los monarcas o sacerdotes incas intentaban convencer a los pobladores que las prácticas de “sacrificios” eran necesarias para revertir el mal augurio que pesaba sobre ellos. Sin embargo, se cree que su intención en realidad era la de atemorizarlos para someterlos.

Otros antropólogos opinan que los sacerdotes incas creían que los asesinatos les aseguraban una fuerza diabólica de poder sobre el resto de sus súbditos.

En 2006, Johan Reinhard relató en su libro titulado: La dama de hielo, la aventura de la doncella inca, y reveló aspectos del rito al dios del Sol.

Fuente: lagranepoca.com