Ciencia

La NASA premia a una española por su trabajo en el telescopio James Webb

Gracias a su contribución en una misión de la agencia espacial estadounidense, la NASA concederá una medalla a la española Begoña Vila. La recibirá el próximo 14 de septiembre «por años de logros excepcionales y liderazgo en el diseño, desarrollo y pruebas del instrumento Fine Guidance Sensor (FGS)» que llevará el telescopio James Webb Space Telescope (JWST), el buque insignia de la observación espacial de la próxima década.

Pregunta: ¿Qué es el instrumento FGS?

Respuesta: Es un sensor con dos partes. Una es el guider, crítico para este observatorio espacial, ya que lo guiará con gran precisión y lo mantendrá muy estable. Es como sujetar bien la cámara para que no te salgan las fotos movidas. Permite dar la posición de una estrella 16 veces por segundo en la veinteava parte de un pixel. La otra parte es un instrumento de ciencia: el Near Infrared Imager and Slitless Spectrogragh (NIRISS), con el que se pueden tomar imágenes espectrográficas del cielo con mucha sensibilidad. Con él se analizarán exoplanetas y su composición, así como las primeras galaxias y estrellas que se formaron después del Big Bang.

P: ¿Cómo te incorporaste a la NASA?

R: Primero trabajé en el diseño y la construcción del FGS en una empresa de Canadá bajo la dirección de la Agencia Espacial Canadiense. Cuando lo entregamos en 2012 a la NASA e hicimos la primera prueba fría para ellos, decidieron contratarme –a través de una compañía externa– como ingeniera de sistemas de este instrumento. Desde 2013 soy FGS lead systems engineer, la persona de referencia a la hora de decidir las pruebas del sensor, sus operaciones en órbita, limitaciones, componentes del software, etc. Además he asumido la función de coordinadora de todos los instrumentos científicos juntos (integrados en el módulo ISIM, Integrated Science Instrument Module) para realizar las pruebas frías.

P: La medalla también destaca tu trabajo en estas pruebas frías. ¿En qué consisten?

R: La última la ejecutamos entre octubre de 2015 y febrero de este año. Fueron cuatro meses en los que, de forma ininterrumpida, pusimos todos los instrumentos del JWST en la cámara fría del centro Goddard donde trabajo, cerca de Washington (EE. UU.). Aquí se duplican las condiciones a las que se verá sometida la nave en el espacio, donde reina el vacío y temperaturas de 40 kelvin (–230 ºC), y tomamos mediciones para comprobar que los instrumentos se comportan de forma correcta y registran bien los datos. Utilizamos un simulador óptico para enviar la luz a cada instrumento de forma parecida a lo que ocurrirá luego en el espacio.

P: ¿En qué fase de desarrollo se encuentra ahora el telescopio James Webb?

R: El módulo ISIM de instrumentos científicos ya está unido a los espejos, es decir, al elemento óptico del telescopio (OTE, Optical Telescope Element). También se están integrando otros componentes, como radiadores, cajas de electrónica y mantas térmicas. Estamos preparando nuevas pruebas a temperatura ambiente, que incluyen las de electrónica, acústica y vibración, para verificar que el conjunto sobrevive al lanzamiento. Esta fase la acabaremos en febrero de 2017, cuando el JWST viajará a la cámara grande de Houston para hacer la prueba fría final durante tres meses.

P: ¿Si falla algo en el espacio se podrá ir a repararlo como el Hubble?

R: En este caso, no. El telescopio JWST irá al llamado punto de Lagrange 2 (L2) donde la gravedad entre el Sol, la Tierra y el JWST es estable y se puede usar poco combustible para hacer pequeñas correcciones en la órbita. Pero ese punto está a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, o sea, que no podemos enviar misiones de servicio de la misma forma que hicimos para el telescopio espacial Hubble. Por eso hacemos tantas pruebas, para asegurarnos de que funcionará a la primera.

P: ¿Ahí acaba tu papel en este proyecto?

R: Seguiré seis meses más durante la fase de comisión, donde se comprueba que todos los componentes del telescopio se despliegan y funcionan correctamente. Luego ya empezarán las observaciones científicas que irán solicitando investigadores de todo el mundo. La misión tiene que durar al menos 5 años, pero se espera que su periodo de operación sea el doble. El combustible se agotará en unos 10 años y ya no se podrá mantener su órbita tan estable.

P: ¿Cuáles son los principales objetivos del JWST?

R: El telescopio James Webb verá las primeras luces del universo: la de las primeras estrellas y galaxias que se formaron tras el Big Bang hace 13 mil 500 millones de años. Con la ayuda de su ‘poder’ infrarrojo, también analizará cómo evolucionaron esas galaxias hasta convertirse en las espirales y elípticas actuales, cómo se forman las estrellas y los planetas, la composición atmosférica de lejanos exoplanetas –quizá alguno con metano y agua como la Tierra–, e incluso nuevos descubrimientos sobre los de nuestro sistema solar. Además, pueden surgir hallazgos inesperados que nos sorprendan a todos.

Fuente: lainformación.com