CienciaDestacada

Investigadores presentan nuevas especies de parareptiles que vivieron hace 230 millones de años en Brasil

Tras la presentación oficial del hallazgo, el fósil será exhibido en el Museo Gama d’Eça hasta el mes de diciembre

Un equipo de investigadores de la Universidad Federal de Santa María (UFSM), de Brasil, reveló el descubrimiento de fósiles de una nueva especie de parareptil en Santa María, ubicada en la Región Central de Rio Grande do Sul.

Este animal coexistió con los dinosaurios hace aproximadamente 230 a 235 millones de años.

Tras la presentación oficial del hallazgo, el fósil será exhibido en el Museo Gama d’Eça del municipio hasta el mes de diciembre.

Este parareptil, que tiene una apariencia similar a la de un lagarto, ha sido denominado Cornualbus primus debido a la peculiar proyección en su cráneo que se asemeja a cuernos, y porque es el primer ejemplar de la superfamilia de procolofonoides encontrado en la formación geológica de Santa María.

(Siga leyendo: Depresión y deporte: investigadores revelan nuevas pistas sobre cómo la actividad física reduce los síntomas de este trastorno).

Un fósil clave para la paleontología

Según las investigaciones, este parareptil tenía el tamaño de una palma y estaba anatómicamente adaptado para excavar y vivir en madrigueras. El fósil fue descubierto en 2017 por el profesor Leopoldo Witeck Neto, marcando el inicio de las investigaciones que culminaron en la tesis doctoral de Eduardo Silva Neves, quien confirmó la identificación de esta nueva especie. Durante el estudio, se compararon los restos con parareptiles de diversas partes del mundo.

“Terminamos asegurándonos de que fuera un procolofonoide y, lo que es más importante, que teníamos animales más viejos, del comienzo del Triásico, y más jóvenes, del final del Triásico. Pero nos faltaban, digamos, los del Triásico medio, entonces, es un fósil importante porque llena ese vacío de conocimiento”, comentó el profesor y asesor Átila da Rosa.

En el Triásico, los continentes formaban el supercontinente Pangea, y este período, el primero de la Era Mesozoica, fue crucial ya que el ecosistema se estaba recuperando de una extinción masiva y marcaba el origen de los primeros dinosaurios.

“Vivió en la época de los dinosaurios. Todo el mundo acaba prestando atención sólo a los dinosaurios, pero vivían dentro de un ecosistema que está demostrando ser cada vez más complejo, cada vez más diverso de lo que sabíamos, con la cantidad de nuevos fósiles que se han encontrado últimamente”, explicó Átila.

Descubrimientos adicionales y el impacto de la erosión

El proceso de identificación del parareptil requirió una minuciosa descripción anatómica, que incluyó la diferenciación en grupos cada vez más pequeños hasta llegar a un análisis filogenético preciso. Además, tras las inundaciones de mayo, se descubrieron nuevos fósiles y un sitio arqueológico en la Región Central, debido a la erosión causada por los ríos Jacuí e Ibicuí.

Los parareptiles, que seguían un linaje evolutivo paralelo a los reptiles, tanto extintos como actuales, se encontraron en varias formaciones geológicas de Rio Grande do Sul. En Sanga do Cabral, se hallaron las especies Procolophon trigoniceps y Oryporan insolitus, que datan de aproximadamente 250 millones de años. En la formación Santa María se registró Candelaria barbouri, de entre 240 y 230 millones de años, y en la formación Caturrita, en Faxinal do Soturno, se encontró Soturnia caliodon.

Fuente: msn.com