Ingeniería metabólica, opción para producir energía en la industria: Instituto de Ingeniería UNAM

Desde el Instituto de Ingeniería de la UNAM, instalado en Juriquilla, se realizan investigaciones para producir biocombustibles, bioplásticos y biofertilizantes

El cambio climático en el mundo ha generado la necesidad de voltear a alternativas sustentables para evitar la emisión de gases que afecten el medioambiente.

Parte de esas alternativas implica la consolidación de opciones que puedan sustituir los combustibles fósiles.

Por ello, la ingeniería metabólica va encaminada a transformar compuestos, buscar alternativas ecológicas hacia la consolidación de procesos biotecnológicos, y en el Instituto de Ingeniería UNAM, Juriquilla, realizan investigaciones para modificar o incidir en bacterias para producir biocombustibles, bioplásticos o biofertilizantes.

“Trabajamos con la ingeniería metabólica, que está relacionada con el metabolismo de las bacterias, son las reacciones químicas que ellas usan para obtener energía , pero también pueden producir metabolitos o sustancias que son de interés para el ser humano. Imaginemos a las bacterias como fábricas microscópicas capaces de generar reacciones químicas y lo que nosotros buscamos es modificar o incidir en este metabolismo para producir sustancias, por ejemplo biocombustibles, como el bioetanol, biodisel, biometano, biohidrógeno, así como bioplásticos, biofertilizanes, biopigmentos, entre otros”, comentó el doctor Miguel Ángel Vital Jácome.

La biotecnología ofrece motivos para celebrar

Utilizar el conocimiento en biotecnología para desarrollar técnicas biológicas competitivas, de preferencia en colaboración con el sector industrial, orientada a la solución de problemas en las áreas de salud, agropecuaria, industrial, energética y ambiental es fundamental para el trabajo que realizan en el Instituto de Ingeniería.

Otra de las novedades que comentó el académico Vital Jácome es que utilizan cultivos mixtos, que tiene variedad de microorganismos, para estudiar estas bacterias y modificar su metabolismo y poder producir una mayor cantidad de sustancias, usando como materia prima residuos de las industrias.

A México le urgen expertos en Ingeniería Biológica

“Buscamos alimentar estas bacterias con residuos agroindustriales, desde la basura orgánica que sale de nuestros hogares, hasta aguas residuales de la industria del queso y el vino, que para la industria ya no tienen valor, pero nos sirven para generar productos de interés y que sí tienen valor en el mercado”, destacó el doctor Vital.

La ingeniería metabólica se puede aplicar a cualquier proceso ya establecido y con esta herramienta se logra mejorar los procesos ya estudiados.

“Se piensa aplicar para mejorar la producción de hidrógeno y producir biohidrógeno, o mejorar la producción de ácidos grasos obtenidos de los residuos del vino, estos son precursores para obtener biocombustibles para generar energía eléctrica o aditivos que pueden usarse en alimentos y medicamentos”, explicó el investigador de la UNAM.

El Instituto de Ingeniería, indicó el doctor Vital, está abierto a colaborar con industrias o empresas que quieran aprovechar sus residuos y mejorar sus procesos.

“Por el tipo de industrias de la región, hemos trabajado mucho con agua residual de la fabricación del vino y el queso, residuos que tienen mucha materia orgánica, pero también podemos trabajar con otro tipo de empresas o industrias y hacer estudios de los procesos en las empresas.

La ingeniería metabólica es una ciencia que apareció en los años 90.

En la actualidad los ingenieros dedicados a esta rama, se concentran en biocombustibles y productos farmacéuticos; no obstante, las aplicaciones son variadas por la multidisciplina en que se plantea esta ciencia.

A detalle la ingeniería metabólica

  • La ingeniería metabólica se ayuda de técnicas como la ingeniería genética para realizar modificaciones celulares.
  • Su interés estriba en redirigir los flujos metabólicos para objetivos industriales y médicos.
  • Incrementa la productividad de procesos.
  • Incrementa la producción de precursores biosintéticos o polímeros.

Fuente: amqueretaro.com