Crean un mapa 3D de las contracciones del parto en tiempo real
Esta tecnología podría ayudar a identificar las contracciones que provocan un parto prematuro, y frenarlo
El parto, aunque es un proceso natural, todavía alberga algunos misterios para la ciencia. Para desentrañar uno de ellos un equipo de investigadores de la Universidad de Washington ha desarrollado una tecnología de imágenes que permite producir mapas en tres dimensiones de las contracciones que tienen lugar en el útero en el momento del parto.
Lo han denominado imagen electromiometrial, de mote EMMI, y forma una fotografía en tiempo real de forma no invasiva y con mucho más detalle que las tecnologías ya existentes, que indican solo la presencia de una contracción.
La herramienta acaba de ser presentada por el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver. Esta consiste en colocar parches de resonancia magnética, que elaboran un escáner 3D óptico de la superficie del cuerpo, y así elaborar un lapso de tiempo visual que muestra dónde comienza la contracción, cómo se propaga o sincroniza con otras.
Los datos obtenidos con a través de EMMI se convierten en mapas tridimensionales del útero, con colores cálidos que indican dónde se inicia la contracción, colores fríos que reflejan las áreas que se activan más tarde y áreas grises, que representan las regiones inactivas.
Los investigadores apuntan que esta tecnología puede ayudar a identificar los tipo de contracciones tempranas que conducen a un parto prematuro y a ralentizarlas o frenarlas. Su uso puede prevenir la hemorragia posparto y desarrollar posibles tratamientos no químicos, como intervenciones eléctricas leves, que favorezcan la normalización de los patrones de contracción.
Para extraer sus resultados, publicados en la revista Nature Communications, estudiaron a 10 mujeres durante su labor de parto. El equipo, liderado por Yong Wang, profesor asociado de obstetricia y ginecología, de ingeniería eléctrica y de sistemas, de radiología y de ingeniería biomédica, encontró que las contracciones uterinas son menos predecibles y consistentes que las del corazón, que normalmente se miden con una tecnología similar. Incluso en una misma mujer, cada contracción consecutiva durante el parto puede cambiar su región de inicio y la dirección de evolución.
En el estudio participaron madres primerizas y otras que ya tenían hijos, y se vio diferencia entre ambas: en las pacientes que no habían tenido hijos antes las contracciones eran más largas y variables en comparación con las que ya habían dado a luz anteriormente. Según Wang y sus colegas, esto sugiere una posible memoria del útero, donde las mujeres con experiencia previa tienen contracciones más efectivas y productivas.
Fuente: eldebate.com