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Cómo la hormona del amor puede ser una aliada contra los problemas digestivos

La oxitocina se libera del hipotálamo en el cerebro y actúa para contrarrestar los efectos del estrés

Una nueva investigación ha comprobado que la oxitocina, conocida como la hormona del amor, juega un papel importante en la alteración de la digestión por el estrés, como hinchazón, malestar, náuseas y diarrea, según publican los investigadores en ‘The Journal of Physiology’.

El estrés interrumpe las funciones gastrointestinales y provoca un retraso en el vaciado gástrico (la rapidez con que los alimentos salen del estómago). Este retraso en el vaciamiento gástrico causa hinchazón, malestar y náuseas y acelera el tránsito del colon, lo que provoca diarrea.

La oxitocina, una hormona antiestrés, se libera del hipotálamo en el cerebro y actúa para contrarrestar los efectos del estrés. Durante mucho tiempo se creyó que las acciones de la oxitocina se producían debido a su liberación a la sangre con solo efectos menores sobre los nervios del cerebro que regulan las funciones gastrointestinales.

El estudio utilizó nuevas formas de manipular las neuronas y los nervios (neurocircuitos) sobre los que actúa la oxitocina liberada por el hipotálamo y midió los efectos sobre la respuesta del vaciamiento gástrico al estrés. Y han demostrado que, contrariamente a las suposiciones anteriores, estos circuitos de oxitocina juegan un papel importante en la respuesta del estómago al estrés.

La activación de estos circuitos de oxitocina revirtió el retraso en el vaciamiento gástrico que ocurre normalmente en respuesta al estrés, aumentando las contracciones musculares (motilidad) del estómago, mientras que la inhibición de estos neurocircuitos impidió la adaptación al estrés.

La nueva investigación, realizada en la Facultad de Medicina de la Penn State University y patrocinada por una subvención del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, empleó herramientas de vanguardia que permiten la manipulación selectiva de los circuitos que reciben entradas de oxitocina hipotalámica junto con mediciones simultáneas de vaciamiento gástrico y motilidad en respuesta al estrés. Los autores utilizaron un modelo de rata de diferentes tipos de estrés: estrés agudo, adaptación adecuada al estrés y adaptación inapropiada al estrés. Infectaron las neuronas que controlan los nervios y neurocircuitos de oxitocina con nuevos virus que permitieron activarlos o inhibirlos y medir la actividad muscular en el estómago, así como el vaciamiento gástrico (el tiempo que tarda la comida en salir del estómago).

Los investigadores han demostrado que estos circuitos neuronales de oxitocina juegan un papel importante en la respuesta gástrica a las cargas de estrés. De hecho, su activación invirtió el vaciamiento gástrico retrasado observado después de respuestas agudas o crónicas al estrés, aumentando así tanto el tono gástrico como la motilidad. Por el contrario, la inhibición de estos neurocircuitos impidió la adaptación al estrés, retrasando así el vaciamiento gástrico y disminuyendo el tono gástrico.

Estos datos indican que la oxitocina influye directamente en las vías neurales involucradas en la respuesta al estrés y juega un papel importante en la respuesta gástrica a los factores estresantes. La capacidad de responder adecuadamente al estrés es importante para las funciones fisiológicas normales. Las respuestas inapropiadas al estrés, o la incapacidad para adaptarse al estrés, desencadenan y empeoran los síntomas de muchos trastornos gastrointestinales, incluido el vaciamiento gástrico retardado y el tránsito de colon acelerado.

Estudios anteriores han demostrado que los nervios y neurocircuitos que regulan la función del músculo gástrico y el vaciado responden al estrés cambiando su actividad y respuestas.

A fin de identificar objetivos para tratamientos más efectivos de las respuestas gástricas desordenadas al estrés, es importante comprender primero cómo el estrés afecta normalmente las funciones del estómago. Su estudio proporcionó nueva información sobre el papel que desempeña la oxitocina en el control de estos nervios y circuitos durante el estrés y puede identificar nuevos objetivos para el desarrollo de fármacos.

El investigadores de la Penn State University R. Alberto Travagli, señala que “las mujeres son más vulnerables al estrés y las patologías relacionadas con el estrés, como la ansiedad y la depresión, y reportan una mayor prevalencia de trastornos gastrointestinales. Nuestros estudios anteriores mostraron que los circuitos neurales vagales se organizan de manera diferente en hombres que en mujeres”. “Ahora estamos finalizando una serie de estudios que investigan el papel y los mecanismos a través de los cuales la oxitocina modula las funciones gástricas en mujeres estresadas, lo que ayudará a desarrollar terapias dirigidas para brindar alivio a mujeres con trastornos gastrointestinales”, adelanta.

Fuente: heraldo.es