Científicos de la UNAM examinan bolsas de plástico con larvas de gorgojo

Ante la contaminación generada por las bolsas de plástico, científicos realizan estudios con larvas de gorgojo para reducir la problemática

La contaminación ocasionada por las bolsas de plástico es una problemática que busca frenarse haciendo uso de bolsas biodegradables, pero muchas de ellas siguen sin cumplir con los criterios para ser consideradas como tal.

De acuerdo con Neftalí Rojas Valencia, investigadora del Instituto de Ingeniería (II) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el uso de bolsas de plástico llega a ser perjudicial a largo plazo, ya que pueden tardar décadas en descomponerse, razón por la cual recomienda utilizar las que sean biodegradables o compostables.

Sin embargo, para verificar que estas nuevas bolsas producidas en verdad cuentan con los componentes ideales para catalogarse así, el equipo dirigido por la investigadora puso en marcha una nueva forma de comprobación, haciendo uso de larvas de gorgojo.

¿Cómo examinan bolsas de plástico con larvas de gorgojo?

A partir de los estudios realizados por el equipo de la especialista de la UNAM, se pudo comprobar que, en efecto, las larvas de gorgojo pueden ayudar a degradar bolsas fabricadas con hidrocarburos. Además, una vez digieren las bolsas salen beneficiados por sus componentes.

“Hemos visto cómo aprovecha el carbón generando la energía que requiere su metabolismo”, declaró Rojas Valencia para la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM. Con esto, además es posible determinar si en realidad son biodegradables o compostables, así como saber si contienen elementos tóxicos.

El estudio consiste en hacer un análisis de las heces de las larvas de gorgojo, estudiando sus componentes. Las bolsas que se les da a comer son previamente estudiadas para verificar que no contengan metales pesados.

De manera sorprendente, durante el proceso de análisis de las heces, los investigadores encontraron micronutrientes útiles para las plantas y lo comprobaron al sembrar allí semillas de tomate, cebada, pasto, entre otras, donde la germinación se dio sin problemas.

Biodegradables vs compostables

En realidad, el uso de ambas bolsas es ideal para contrarrestar la problemática mundial existente por estos desechos, pues de acuerdo con la especialista, el tiempo medio de uso de una bolsa de plástico es de 15 minutos y no se usa más de dos veces.

Por ello, recomienda utilizar estos dos tipos de bolsa, donde a las biodegradables se les agrega una serie de aditivos, y son capaces de producir bióxido de carbono, metano y agua. Sus limitantes, sin embargo, sería la imposibilidad de utilizarse para hacer composta y que tardan más en desintegrarse que las compostables.

Por su parte, estas últimas además de producir los mismos elementos, se le agregan resinas que provienen de fuentes renovables como el almidón de maíz y al pasar por un proceso de compostaje se biodegrada en su totalidad, no queda fragmento alguno de ella.

Para poder hacer todo el estudio requerido, el equipo de investigadores debe dejar pasar un lapso de un mes, que es el tiempo en el que dejan a las larvas de gorgojo consumir las bolsas y de esta forma obtener la cantidad de heces necesarias para poner manos a la obra.

Ventajas de trabajar con larvas de gorgojo

De acuerdo con la investigadora, se eligió las larvas de gorgojo por diferentes razones, pero una de ellas fue el tiempo. Haciendo uso de su propuesta, tarda un total de ocho días para verificar que los fabricantes cumplan con los criterios para catalogar sus bolsas como biodegradables o compostables.

En comparación con otros métodos y uso de algunas tecnologías, que puede llevar hasta dos años, el suyo resulta más rápido. “Este en un problema muy grande para los fabricantes porque, por más que quieran cumplir con la norma, no se pueden esperar tanto para vender sus productos”, explicó Rojas Valencia.

A esto se suma que el procedimiento no necesita utilizar equipos sofisticados o personal especializado, por lo que además de rápida, termina siendo una forma nueva y de bajo costo. Por si fuera poco, esta técnica obtuvo el primer lugar en el Programa para el Fomento al Patentamiento y la Innovación de la UNAM.

Cuenta ya con una solicitud de patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, y con el apoyo económico otorgado por obtener el primer lugar, será posible darle continuidad al estudio para así recopilar mejores resultados.

Fuente: generacionuniversitaria.com.mx