Científicos de la UNAM actualizarán a ALICE 3, un proyecto desafiante de la física nuclear

Será un nuevo reto de desarrollo tecnológico para la actualización de A Large Ion Collider Experiment (ALICE) en su tercera etapa, conocido también como ALICE 3

CDMX.- El investigador del Instituto de Ciencias Nucleares, Antonio Ortiz Velásquez, afirmó que 2023 será un año clave en el trabajo de los especialistas de la UNAM y del país, porque se definirá el proyecto que dará mayor visibilidad a México.

Será un nuevo reto de desarrollo tecnológico para la actualización de A Large Ion Collider Experiment (ALICE) en su tercera etapa, conocido también como ALICE 3, destacó el científico universitario.

“Tenemos el interés y la motivación de estar ahí por las nuevas generaciones. Estamos hablando de un proyecto que correría (funcionaría) después del 2030 y más allá del 2040, es a largo plazo y nuestra Universidad realmente debería ser parte de esta nueva colaboración con el Centro Europeo de Investigación Nuclear”, anticipó.

En cada etapa de actualización, lo que se hace es efectuar mejoras al equipo y la última terminó este año, por lo que se espera que la máquina esté en funcionamiento constante de 2022 a 2032, lo que permite una interacción de choques récord en el mundo y cada uno de los sistemas trabajan de manera continua, agregó Ortiz Velásquez.

México y los expertos de la UNAM han participado en el desarrollo del equipo llamado V0, un sistema de disparo que permite a los científicos saber cuándo se genera información importante para el experimento, la cual deberá ser capturada, guardada y analizada posteriormente.

De acuerdo con la UNAM, para ALICE 3 se espera la creación de un detector de partículas totalmente diferente a lo que la nación mexicana ha aportado hasta ahora.

Se prevé la creación de tecnologías basadas en silicio que puedan rastrear la trayectoria de las partículas e identificar su tiempo de vuelo o desplazamiento, y entender el origen de un conjunto de hadrones que recientemente han sido descubiertos en el Gran Colisionador de Hadrones (Large Hadron Collider o LHC).

“Esto es toda una revolución que se ha escuchado en los medios y tratamos de entender el origen de esos hadrones…15 de ellos son considerados exóticos y hay una discusión sobre si estos son descritos como tetraquarks o pentaquarks, o bien una molécula hadrónica, para distinguir entre estas explicaciones las mediciones de iones pesados será crucial y ALICE 3 podría aportar información”, apuntó el investigador.

ALICE

Durante una visita al Auditorio Yezcalli, en la Facultad de Ciencias de la UNAM, el vocero del proyecto ALICE del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés), Luciano Musa, refirió que luego de más de una década de investigación constante, el trabajo en el LHC y el ALICE comenzó a impactar en la salud de las personas para mejorar su calidad de vida.

Tras explicar que los cuatro experimentos que integran el equipo ubicado 100 metros bajo tierra en la frontera franco-suiza y que explora el comportamiento de las partículas que forman los átomos y la materia, el investigador dijo que este trabajo permite el desarrollo de la llamada terapia de hadrones, una opción de tratamiento para las personas con cáncer.

El doctor en Física por la Universidad de Cagliari especificó que las perspectivas de recuperación dependen siempre del paciente, pero este procedimiento es considerado uno de los más innovadores en la actualidad y se ofrece en naciones como Estados Unidos, Alemania, Austria e Italia.

“No hay muchos centros en el mundo, así que los pocos pacientes que han podido acceder es por las conexiones de los doctores en los centros de terapia, pero la vasta mayoría deben recibir un tratamiento tradicional con efectos colaterales”, manifestó.

El experto italiano recordó que las tecnologías desarrolladas en el CERN y el LHC están bajo un modelo de “ciencia abierta, por lo que tanto la comunidad científica como la industria pueden tener acceso a ellas mediante un proceso de transferencia, por lo que hay un gran potencial de desarrollo de aplicaciones y la terapia de hadrones es solo una aplicación que muestra lo que se puede hacer”.

Fuente: unamglobal.unam.mx