Seres bioluminiscentes llenan de luz las profundidades del Ártico
A 30 metros bajo la superficie del océano Ártico, donde la oscuridad permanente de las frías noches polares lo invade todo, la vida resurge. Es a esta profundidad donde la luz atmosférica se apaga y se enciende la luminiscencia de los organismos marinos. A partir de aquí, seres diminutos que sirven de alimento para especies clave de las pesquerías se transforman en las linternas del mar.
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