De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, México ocupa el primer lugar en obesidad infantil a nivel nacional e internacional. Lo anterior revela que tres de cada 10 niños, entre los cinco y los 11 años de edad, tienen un grado de sobrepeso importante, situación que está incrementando los casos de diabetes tipo 2.

¿Qué ha sucedido? De acuerdo con el doctor Armando Dávalos Ibáñez, ex presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio de la Obesidad, hace algunas décadas se creía que los niños con sobrepeso tenían un estado de salud óptimo, lo que hacía sentir bien a sus progenitores.

“Este problema lo padecimos en las décadas de 1970 a 1990, época en la que la obesidad se sobreestimó al grado de considerarse hasta parámetro de ‘belleza’ en la población infantil. Lo anterior se reforzaba con la imagen de un famoso bebé que se presentaba en comerciales de alimentos infantiles”, refiere el endocrinólogo pediatra.

De acuerdo con el especialista fue hasta 1997 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que la obesidad es un padecimiento. No obstante, los casos ya se habían multiplicado, y en la actualidad siguen incrementándose. Lo más preocupante es el aumento de la incidencia en la población infantil, lo que la hace vulnerable a desarrollar padecimientos crónicos no transmisibles.

“De hecho, ya se observan casos de niños con resistencia a la insulina, prediabetes y diabetes. Y esta problemática está vinculada con un estilo de vida poco saludable, es decir, con una alimentación mal balanceada, pues es muy alta en grasas y azúcares, a lo cual se agrega el sedentarismo”, resalta el doctor Dávalos Ibáñez.

“Otra complicación a causa de la obesidad es el desarrollo el síndrome metabólico, que representa el puente para que presenten, además de la diabetes tipo 2, hipertensión, dislipidemias (cifras altas de colesterol y triglicéridos) y aterosclerosis”, indica el especialista.

A lo anterior se suman cuadros de pie plano, escoliosis (curvatura en la columna vertebral), hiperlordosis (alteración postural), edad ósea adelantada, primera menstruación precoz, aumento en la talla y perturbaciones psicológicas a causa de la discriminación.

“La única forma de vencer a la obesidad y prevenir las complicaciones mencionadas es mediante una adecuada alimentación; evitar el consumo de alimentos altos en azúcar y grasas, así como la práctica de actividad física”, reitera el experto. Además, resalta que es importante que cada paciente sea evaluado de manera individual y que los planes de comidas y los ejercicios sean personalizados. (Agencia ID)