La compañía HTT presenta en Cádiz su primera cápsula del Hyperloop: 1,200 kms por hora

El sonido se propaga por el aire a 1.234,8 kilómetros por hora. A velocidad de crucero, un avión Airbus A380 es capaz de recorrer hasta 1.020 kilómetros en el mismo tiempo. Entre ese fenómeno físico y los límites de la tecnología aeroespacial civil, una cápsula de Hyperloop aspira a viajar a 1.200 kilómetros por hora. Pero, antes de llegar a esta proeza, la ocurrencia de Elon Musk, dueño de Tesla, debe ganar otra carrera más económica que física. Tres compañías internacionales, Hyperloop Transportation Technologies (HTT), Virgin Hyperloop One y TransPod, lideran la competición por demostrar que, en 2020, será viable transportar pasajeros en un tren que viaja en un tubo en vacío parcial.

Con la duda de quién llegará antes a la meta, HTT se ha marcado este mediodía un sustancial tanto al presentar en El Puerto de Santa María (Cádiz) 01 Quintero, su primera cápsula de viaje, lista para protagonizar las pruebas que la compañía tiene previsto desarrollar en Toulouse. “Mundial” e “histórico” han sido los calificativos más repetidos del acto en el que se ha materializado la puesta de largo global del primer tren de Hyperloop fabricado a tamaño real por la firma aeroespacial Carbures, ahora denominada Airtificial.

Y el magno acontecimiento no ha traicionado las expectativas creadas durante la hora de discursos previa a la caída del telón negro que escondía la cápsula. Dirk Ahlborn y Rafael Contreras, presidentes de HTT y Carbures respectivamente han hecho de anfitriones ante la cuidada puesta en escena que han presenciado más de medio centenar de medios nacionales e internacionales y políticos de diverso rango y color, encabezados por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, como madrina del nuevo tren.

“¿Es un avión? ¿Es un tren? ¿Es un pájaro? No, es Hyperloop”, ha parafraseado Contreras. Pocos segundos después, la cuenta atrás -sazonada con música épica de película- ha concluido con el descubrimiento del nuevo tren, una estilizada cápsula de colores grises, negros y rojos de 32 metros de largo. Es el aspecto aerodinámico que el diseñador Paul Priestman ha dado a un cubículo que viajará de forma autónoma -el fuselaje ni tiene ventanas- a una velocidad similar a la del sonido. “La cápsula viaja como un avión sin alas”, ha ejemplificado Ahlborn.

El diseño es fiel a la idea que Musk lanzó en 2013: una cápsula en el interior de un tubo que se desplaza en suspensión en un vacío parcialde forma similar a cómo viajan los estuches de dinero en los tubos de los supermercados. “El tuvo posee una baja presión que conseguimos con bombas de vacuum -vacío-. Eso hace que alcance gran velocidad con muy poca energía”, ha detallado Ahlborn. La idea es que, además de los paneles solares, el tren “se retroalimente con su propio funcionamiento”, como ha detallado Contreras,
El 90% de la cápsula está fabricado en fibra de carbono, material en el que la empresa andaluza está especializada. 21.000 horas de trabajo, 5.000 horas de montaje, 7.200 metros cuadrados de fibra y 75.000 remaches son algunas de las cifras de un tren que, pese a sus cinco toneladas de peso, deberá ser capaz de viajar en levitación gracias al impulso en un entorno de baja presión. “Es endiabladamente difícil de fabricar ciertas partes. Para hacerlo realidad tuvimos que pensarlo todo porque no había nada: cuántas capas, remaches, cuadernas…”, ha reconocido Javier Moreno, general manager de Airtificial.

Viajes “eficientes”

La cápsula está equipada con 72 sensores de inteligencia artificial que harán posible monitorear en tiempo real cada detalle de su funcionamiento. Aunque de momento, su interior está expedito, la idea es que puedan viajar de 30 a 40 personas en viajes que, además de rápidos, serán eficientes. “Estamos hablando de un coste de 20 millones de dólares por kilómetro, según ha detallado Alhlborn. A lo que Contreras ha apostillado: Es una tecnología la mitad de cara que la alta velocidad”.

“Estamos ante un hito como el de la presentación del AVE que luego ha sido emulado como la tecnología que todo el mundo desea. Es la quinta revolución del transporte”, ha exhortado la presidenta Susana Díaz. Sin embargo, pese al entusiasmo reinante en el ambiente, aún quedan trabas que superar. La primera cápsula viajará en los próximos días a la ciudad francesa para iniciar las pioneras pruebas en tubos de carbono que también está fabricando Airtificial, pero hasta dentro de tres años no está previsto que comiencen los primeros viajes con personas.

A la vuelta “de cinco años”, según Ahlborn, llegarán los primeros proyectos comerciales en Emiratos Árabes o en China. Será posible si, en este margen, HTT resuelve las incógnitas que el nuevo medio de transporte genera en relación a las normativas de seguridad en el transporte de los distintos países. De hecho, el CEO de Hyperloop TT no ha negado que “la regulación es el principal problema”.

Entretanto, la fabricación de los componentes continúa a velocidad crucero en las distintas compañías implicadas en el proyecto. HTT se define como un compendio de 800 profesionales, de 44 compañías ubicadas en 38 países que reman juntos por intentar conseguir ser los primeros en demostrar que la idea que Musk tuvo en 2013 es tan realizable como rentable. “Estamos creando una nueva forma de construir compañías. Es un movimiento que está siendo capaz de integrar distintas compañías dando libertad de movimientos”, ha reconocido Andrés de León, responsable de operaciones de HTT.

Y en ese consorcio, la empresa Airtificial ha ido ganando enteros desde diciembre de 2016. Fue entonces cuando Carbures firmó el contrato por valor de 5 millones de euros para la fabricación del prototipo que se ha presentado hoy. En este lapso, ambas compañías rubricaron otro acuerdo más: en marzo de este año acordaron otro pago de 2,8 millones por la fabricación del tubo por el que circulará el tren.

“Inauguramos un nuevo sector que no sabemos ni qué nombre le vamos a poner”, ha explicado Moreno. No le falta razón y, aunque de momento es un nicho de mercado basado en una idea por materializar, tampoco está equivocado el directivo de Airtificial cuando ha asegurado que “se trata de una industria de una altísima competitividad”. Desde que Musk lanzó su idea como una ocurrencia abierta al libre desarrollo de las empresas que quieran entrar en juego, ya son tres las compañías pujando por ser las primeras en llegar a 2020 con viajes de pasajeros en pruebas.

A HTT, creada en 2013, se suma Virgin Hyperloop One que ya presume de ser la que más avanzada lleva la construcción de su prototipo en Nevada (EE.UU.). También el futuro de esta compañía parece pasar por Andalucía. La firma fundada por Richard Branson anunció el pasado mes de agosto su firma de un protocolo con ADIF para establecer en Bobadilla (Málaga) un centro de experimentación del nuevo medio de transporte. El valor de la instalación será de 432 millones de euros, incluidas zonas de fabricación y plataformas de prueba. Eso sí, será realidad siempre que consiga 126 millones de euros en convocatorias de ayudas públicas.

El tiempo dirá qué empresa gana la carrera Hyperloop e, incluso, si consigue pasar de las presentaciones espectaculares y las pruebas para convertirse en un nuevo medio de transporte. De momento, el embriagador efecto de los discursos, la música épica y los telones que caen han hecho pensar a los más de 200 asistentes de la convocatoria de hoy que todo era posible. Incluso que Hyperloop pueda llegar a ser el transporte en el que desplazarse por Marte, una de las ideas que Musk lanzó cuando dio a conocer al mundo su ocurrencia más veloz.

Fuente: elpais.com