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Jóvenes de Chiapas y SLP preservan lenguas indígenas con tecnología

Yeex-Kukulmat, creado por Ángel Solís y Uriel Vega, combina la tecnología y la cultura maya para rescatar lenguas indígenas y transformar la educación en comunidades rurales

La historia de Ángel José Solís Domínguez y Carlos Uriel Vega Rodríguez comienza en un terreno fértil de sueños, ideas y un profundo respeto por sus raíces. Yeex-Kukulmat, su proyecto conjunto, nace de la fusión de dos visiones apasionadas por rescatar y preservar la cultura indígena y su riqueza en conocimientos.

Este esfuerzo, galardonado con el Premio Eugenio Garza Sada, es mucho más que una iniciativa educativa; es una declaración de intenciones, un acto de resistencia y una apuesta por un futuro inclusivo.

Los orígenes de Kukulmat: Matemáticas, cosmovisión y herencia cultural

Ángel, egresado de Ingeniería en Mecatrónica del Tec de Monterrey, se adentró en el mundo de la educación comunitaria en 2017, cuando decidió ser voluntario y enseñar matemáticas en un centro cultural en los Altos de Chiapas.

Ahí, encontró una oportunidad para fusionar su conocimiento matemático con la cosmovisión maya, creando un puente entre dos mundos que, en esencia, comparten una profunda conexión con el orden natural y los ciclos del universo.

“Descubrí los números mayas y me di cuenta de que podían ser una herramienta poderosa no solo para enseñar matemáticas, sino para preservar la lengua tzotzil y transmitir la cosmovisión de mi comunidad”, explica Ángel.

Sus abuelos, oriundos de San Andrés Larrainzar, hablaban tzotzil, y fue ese vínculo con sus raíces lo que lo llevó a desarrollar materiales didácticos que combinaban las matemáticas con aspectos culturales como la agricultura, la astrología y la precisión matemática de los mayas.

Yeex: Rescatando la identidad cultural en San Luis Potosí

Por su parte, Carlos Uriel Vega, estudiante de Biotecnología del Tec de Monterrey, comenzó su trabajo comunitario en la Huasteca Potosina, donde la falta de preservación cultural había erosionado las tradiciones indígenas.

Inspirado por su pasión por la cultura y la educación, Uriel desarrolló Yeex, un proyecto centrado en crear materiales didácticos como cuentos, flashcards y memoramas para enseñar temas de salud, bienestar emocional y preservación de lenguas indígenas.

“En San Luis Potosí, muchas comunidades indígenas están al borde de perder sus lenguas y tradiciones debido al desplazamiento y la falta de recursos. Nuestro objetivo es revertir esa situación”, comenta Uriel, quien, al igual que Ángel, se enfoca en involucrar a las juventudes y en capacitar a nuevos embajadores culturales que puedan continuar con esta misión.

La unión de dos proyectos: Un solo corazón

En 2022, Ángel y Uriel decidieron unir fuerzas y crear Yeex-Kukulmat, un proyecto que combina lo mejor de sus respectivas iniciativas.

“Nos conocimos en el Tec de Monterrey, en el programa Líderes del Mañana, y pronto nos dimos cuenta de que nuestros proyectos podían complementarse”, recuerda Ángel.

Yeex, palabra en lengua tének que significa “corazón de amor”, refleja el compromiso de ambos con sus comunidades y con la preservación cultural.

La alianza de Yeex y Kukulmat no solo se ha centrado en la creación de materiales didácticos, sino también en la implementación de experiencias inmersivas.

Un ejemplo de ello es la reciente introducción de lentes de realidad virtual en las comunidades indígenas de Chiapas, donde los niños pudieron experimentar un viaje a zonas arqueológicas mayas mientras aprendían sobre su propia cultura.

Desafíos y logros: Navegando la brecha de desigualdad

Trabajar en comunidades alejadas de los centros urbanos presenta numerosos desafíos, especialmente en términos de infraestructura.

“Uno de los mayores retos es la falta de electricidad y conectividad en muchas de estas comunidades. A veces, ni siquiera podemos usar una computadora o un proyector”, comenta Ángel, quien sueña con llevar talleres de robótica a estas zonas.

Estos obstáculos no han detenido a Yeex-Kukulmat. En lugar de ello, han adaptado sus actividades, utilizando materiales reciclados y fomentando la creatividad entre los niños.

Uriel también enfrenta desafíos similares en la Huasteca Potosina, donde la visibilidad de las comunidades indígenas es escasa.

“Es necesario crear conciencia sobre la existencia de estas comunidades y promover una ciudadanía global que se involucre en la solución de los problemas que enfrentan”, afirma.

Un futuro de expansión y formalización

Con el reconocimiento que trae el Premio Eugenio Garza Sada, Yeex-Kukulmat busca dar el siguiente paso: la formalización de su proyecto como una asociación civil.

“Queremos ampliar nuestro impacto, llegar a más comunidades y continuar capacitando a las juventudes para que se conviertan en agentes de cambio”, comenta Uriel.

Parte de su visión es también facilitar el acceso de jóvenes indígenas a programas educativos como Líderes del Mañana, con el objetivo de transformar vidas y comunidades a través de la educación.

Fuente: excelsior.com.mx