Tecnología

Ingredientes para el robot cirujano perfecto: listo, preciso, pequeño y autónomo

El robot da Vinci de Intuitive Surgical es una maravilla tecnológica. Casi medio millón de cirugías fueron realizadas en Estados Unidos por cirujanos que controlaban sus grandes y precisos brazos el año pasado. Uno de cada cuatro hospitales estadounidenses dispone de al menos una de estas máquinas, que realizan la mayoría de las cirugías a nivel mundial. Y se les atribuye el mérito de masificar las intervenciones quirúrgicas poco invasivas.

Pero cuando los ejecutivos de Verb Surgical, una hermética empresa conjunta entre Alphabet y Johnson & Johnson, hicieron una presentación en la conferencia de la industria robótica RoboBusiness a finales del mes pasado, hicieron que el da Vinci pareciera patético.

La máquina de Intuitive Surgical, con un precio de venta medio de casi 1,5 millones de euros, es demasiado pesada y cara, protestaron. El vicepresidente de investigaciones y tecnología de Verb Surgical, Pablo Garcia Kilroy, se quejó de que mientras que da Vinci es una herramienta útil, también es tonta, pues no ha logrado transformar las cirugías. Criticó que aunque los cirujanos la usan para movimientos muy delicados, no ayuda en las capacidades cognitivas que hacen destacar a los mejores profesionales de la cirugía.

García afirmó: «Las cirugías requieren mucho más que una simple coordinación visomotora. Se trata de lo bien que se perciba la anatomía, los tumores, los nervios y los vasos sanguíneos, y la estrategia [durante una cirugía]». Cuando se le pidió que valorara los comentarios de Verb Surgical sobre su tecnología, la vicepresidenta de asuntos globales de Intuitive Surgical, Paige Bischoff, dijo que «muchos» de los 3.5 millones de procedimientos de da Vinci hasta la fecha se trataron de casos de cáncer o cirugías complejas.

Verb Surgical afirma estar desarrollando un producto que hará que las cirugías robóticas sean mucho más potentes y adopten más fácilmente que con da Vinci. García no describió ese producto, y la empresa ha dicho que el prototipo funcional que se completará este año no se presentará públicamente. Pero sí explicó las prestaciones claves que Verb Surgical cree que necesita un cirujano robótico de próxima generación. Y las patentes en las que figura como coinventor ofrecen más pistas.

Una de las prioridades de Verb Surgical consiste en emplear la inteligencia artificial para ayudar a los cirujanos a interpretar lo que ven dentro de un paciente. Los robots existentes se limitan a presentar una transmisión de vídeo a los cirujanos. García ha dicho que las redes neuronales como las que emplea Google para las búsquedas de imágenes podrían incorporar al vídeo datos anatómicos y asesoramiento sobre, por ejemplo, dónde acaba un tumor. Eso proporcionaría a cualquier cirujano un nivel de experiencia que normalmente sólo se obtiene mediante miles de casos.

Verb Surgical ha dicho que su robot será significativamente más barato que el da Vinci. García explicó que también quiere que sea mucho más pequeño. También comentó que conectar robots quirúrgicos a internet mejoraría rápidamente sus capacidades y el asesoramiento que pueden ofrecer a los cirujanos.

Unos investigadores de Google lograron recientemente que un software robótico aprendiera capacidades complejas más rápidamente al hacer que unos brazos robóticos compartiesen sus experiencias (ver Google está construyendo ‘un gran cerebro’ para enseñar a todos sus robots). García afirmó: «Observamos una dinámica similar en las cirugías».

La tecnología robótica de Verb Surgical lleva casi cuatro años en desarrollo, aunque la empresa se constituyó en agosto de 2015. La compañía conjunta fue creada al combinar un proyecto de Verily, anteriormente conocida como Google Life Sciences, y Ethicon, una empresa de dispositivos médicos propiedad de Johnson & Johnson. Ethicon había estado colaborando en la robótica quirúrgica con el laboratorio de investigaciones sin ánimo de lucro SRI International, y Verb Surgical obtuvo una licencia para esa tecnología.

Algunos empleados de Verb Surgical, incluidos García y la directora de investigaciones de la empresa, Karen Shakespear Koenig, trabajaron anteriormente para SRI International. Ambos se incluyen entre los autores de patentes originadas en 2013 que describen un «sistema quirúrgico hiperdiestro» y una «muñeca robótica compacta».

Los documentos detallan sistemas con más articulaciones móviles que los robots quirúrgicos disponibles en el mercado. Afirman que permitirían que los robots sean más pequeños y capaces. Esto evitaría uno de los problemas de los robots actuales, ya que no pueden llegar a determinadas «zonas muertas» de un paciente, porque sus abultados brazos limitan sus maniobras. SRI International rehusó detallar para qué tecnologías ha concedido licencias a Verb Surgical.

El profesor adjunto y director de cirugías robóticas de cabeza y cuello de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (EU), Umamaheswar Duvvuri, dice que Verb Surgical ha identificado correctamente una importante oportunidad tanto para desarrollar un negocio como para mejorar los cuidados médicos.

El da Vinci se emplea casi exclusivamente en un puñado de procedimientos comunes y relativamente sencillos, como las operaciones de próstata y las histerectomías, señala. Algunos estudios revelan que el robot no mejora significativamente los resultados que experimentan los pacientes ni los costes. El Instituto ECRI sin ánimo de lucro describe las pruebas clínicas de la calidad de los resultados como «entre bajas y moderadas».

Los sistemas robóticos que mejoren los conocimientos de un cirujano además de su control motor podrían tener mejores perspectivas para un abanico más amplio de cirugías y mejorar los resultados, según Duvvuri. El experto afirma: «Este es el tipo de enfoque que necesitamos si queremos averiguar cómo convertir un buen cirujano en excelente y proporcionar mejores cuidados a los pacientes».

García de Verb Surgical también imagina aumentar significativamente la productividad de las cirugías mediante robots con cierto grado de automatización. Un cirujano podría ser capaz de supervisar múltiples quirófanos, atendidos por robots y personal menos cualificada, apuntó.

Fuente: Tom Simonite / tecnologyreview.es