Robots capaces de cultivar de forma autónoma tomates, esto es lo que está por llegar. El robot GRoW es una tecnología que puede revolucionar el cultivo en invernaderos. Así es su funcionamiento

El uso de robots se ha estandarizado en el mercado. En muchos sectores hemos visto cómo la presencia de esta tecnología se ha convertido en una constante debido, sobre todo, a las mejoras en productividad que tienen lugar. Aun así, aun hay industrias en las que el trabajo no se ha mecanizado a escalas de gran nivel. En este caso, se ha podido comprobar cómo es posible la introducción de innovaciones puede tener cabida todavía. En el sector primario hay margen de mejora.

La gestión de la agricultura se ha podido hacer efectiva a través de procesos mecanizados mediante tractores que incorporan conducción autónoma. Aun así, ¿podríamos contar con una propuesta que fuese, todavía, más específica? Esto es justo lo que parece haber creado GRoW, una tecnología que destaca, principalmente, por ser un referente en la producción agrícola en invernadero. La clave de su éxito radica en no necesitar de un equipo profesional detrás.

A lo largo de los últimos años, se ha podido comprobar cómo la automatización de funciones se ha convertido en una propuesta necesaria. El cultivo de todo tipo de productos requiere una atención continua por parte del productor. Sin embargo, una nueva unidad robótica se ha convertido en una opción muy interesante para tener en cuenta. Su diseño está formado, como no podría ser de otra manera, por un brazo robótico. Sin embargo, su sistema de IA es su diferenciación.

Ahora bien, ¿cómo es posible la realización de todas las funciones que corresponden al agricultor convencional? Al fin y al cabo, el cultivo requiere toda una serie de soluciones adicionales, las cuales se basan en la poda, el riego o, por supuesto, la limpieza de las hojas secas, entre otros. Este robot, GRoW, cumple a la perfección con todo su cometido.

Veamos, por tanto, cuáles son las cualidades que convierten a este conjunto de software y hardware en algo único. La agricultura es uno de los sectores en los que más está cayendo el empleo. La estandarización de este tipo de productos puede hacer, todavía más vertical, su descenso en cuanto a ocupación.

GRoW, un robot pensado para desatender la producción de hortalizas

La empresa israelí MetoMotion ha sido la encargada del diseño, desarrollo y fabricación de este producto. Se trata de una tecnología que basa su diferenciación en un sistema de inteligencia artificial especialmente tejido para desempeñar una función única en la producción de tomates. Como cabría esperar, el software empleado podría ser adaptado para la producción de otro tipo de productos. Se trata, por tanto, de una tecnología con una gran ventaja competitiva.

Tal y como se ha mencionado anteriormente, se trata de una propuesta que destaca por contar con una tecnología diseñada especialmente para el cultivo de tomates. Gracias al desarrollo continuo del proceso de aprendizaje, se han podido agregar funciones adicionales, tales como la poda las plantas, la eliminación de las hojas secas, tareas como la polinización o, simplemente, la captura una gran cantidad de información.

Como puedes comprobar, estas son algunas de las funciones principales de cualquier empleado en un invernadero. Este tipo de propuestas no hacen más que resaltar hasta qué punto puede una unidad robótica sustituir las funciones de cualquier empleado en determinados puestos de trabajo. Aun así, su principal problema radica en el coste del producto y todo el sistema de instalación de la maquinaria, incluyendo los raíles presentes en todos los pasillos.

Una de sus principales señas de identidad, sin duda alguna, es la disposición de una tecnología capaz de detectar cuáles son las variables a tener en cuenta para valorar que un tomate se encuentra en el mejor momento de maduración. Gracias a ello, es posible disfrutar de una recogida de las mejores unidades presentes en cada jornada de trabajo.

Un sector que, también, estará dominado por la presencia de robots

Además de los tractores completamente autónomos, capaces de trabajar hectáreas de campo sin presencia de un equipo humano, los robots en invernaderos serán una constante. Su llegada parece que está coincidiendo con una oferta de empleo cada vez más pequeña. La migración de la población al ámbito urbano ha provocado que los invernaderos no tengan gran capacidad de contratación en muchas áreas.

Se espera que este hueco pueda ser rellenado con la presencia de unidades robóticas. Como has podido observar un poco más arriba, nos encontramos ante una tecnología que no ha parado de mejorar. Tanto es así que se espera que en los próximos años pueda seguir mejorando y adaptándose a las nuevas necesidades del sector.

Al fin y al cabo, nos encontramos ante una tecnología que destaca por su capacidad de funcionar durante todo el día durante los 7 días de las semana. Esto podría suponer un incremento de la productividad jamás antes visto en el mercado. ¿Terminará traduciéndose en una mejora de los precios en los próximos años? Eso está por ver.

Fuente: urbantecno.com