El mexicano que avanza para lograr una vacuna contra la Covid-19
El Exatec Pavel Marichal Gallardo cuenta que lo que empezó en sus clases de doctorado hoy forma ContiVir, una empresa que está en camino de lograr una vacuna que pueda combatir el SARS-CoV-2
Desde 2015, antes que la pandemia por el nuevo coronavirus acaparara las investigaciones científicas, el ingeniero biotecnólogo Pavel Marichal Gallardo del Tec de Monterrey, ya trabajaba con partículas virales para desarrollar vacunas.
En entrevista con Tec Review, el investigador cuenta que lo que empezó en sus clases de doctorado hoy forma ContiVir, una empresa que está en camino de lograr una vacuna que pueda combatir el SARS-CoV-2.
Hace cinco años, Marichal realizaba su doctorado en ingeniería de bioprocesos en el Max-Planck-Institute for Dynamics of Complex Technical Systems, en Magdeburgo, Alemania.
El biotecnólogo comenzó su especialización con vectores virales usados en terapia génica como una versión modificada del virus que causa la ya erradicada viruela, así como el virus adeno-asociado, que infecta a humanos y algunos primates.
La terapia génica consiste en el tratamiento de enfermedades mediante la alteración del material genético del paciente. Es decir, se introduce “una copia sana de un gen defectuoso en las células del paciente”, de acuerdo con el National Human Genome Research Institute de Estados Unidos.
El mexicano dice que ahora sus jornadas de trabajo en el laboratorio se han duplicado para progresar en la creación de una vacuna que ayude a terminar con el confinamiento social.
¿Cómo comenzó tu empresa Contivir?
En la recta final de mi doctorado me uní con un colega de Chile, Felipe Tapia, que trabajaba en el mismo grupo de investigación, pero en cultivo celular.
Decidimos combinar las tecnologías que desarrollamos -y para las cuales aplicamos para patentes- para comenzar una empresa con el objetivo de revolucionar la producción de vacunas virales y terapias génicas.
Recibimos 1.1 millones de euros para un proyecto de dos años, a partir de octubre de 2019, con el fin de comercializar estas tecnologías y al final crear una empresa. Para la parte de desarrollo de negocios se nos unió Julián López Meza, otro ex alumno del Tec de Monterrey.
¿Cuál es el avance de una vacuna contra Covid-19 desde ContiVir?
Nuestro proyecto se enfoca más en la oferta tecnológica que permitirá producir terapias génicas y vacunas como la de Covid-19.
En este momento estamos probando nuestros sistemas con varios virus, incluso con una partícula basada en el nuevo coronavirus.
Estimamos estar produciendo a este candidato a finales de julio, pues estamos a la espera de algunos materiales que no fabricamos nosotros.
Alternativamente, tenemos un contacto que probará nuestro sistema de purificación con su propio candidato de vacuna que fue enlistado en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Cómo puede masificar la producción de su vacuna, una vez aprobada?
Por el momento tenemos prototipos de laboratorio que por sí solos pueden producir hasta 20 veces más comparado con tecnologías actuales. Esperamos que alrededor de 12 meses a partir de ahora tendremos equipos para producción en planta piloto e industrial.
Algo importante es que nuestras tecnologías permiten adaptar espacios que no serían considerados antes para producción de partículas virales.
Por ejemplo, un laboratorio con un biorreactor de cinco litros adaptado con nuestras tecnologías puede producir 100 litros por mes, una cantidad de producto reservada para una planta piloto, un nivel intermedio entre producción de laboratorio y producción industrial.
¿Mantiene contacto con centros de investigación en México para apoyar en las labores de contención del Covid-19 a través de vacunas?
Tuve el placer de ver por última vez a Laura Palomares en una conferencia en Canadá en 2018. Le escribí hace unas semanas para colaborar con su candidato de vacuna para Covid-19 estuve de acuerdo en que discutiéramos qué podíamos hacer juntos más adelante. Espero poder platicar con ella pronto al respecto.
También estoy en contacto con investigadores y viejos colegas del Tec Campus Monterrey.
¿Qué tan segura es la terapia génica?
La terapia génica es la sustitución de un gen defectuoso en un paciente con el fin de restablecer la función normal de un tejido u órgano. La terapia génica tiene la promesa de convertirse en la siguiente revolución médica porque tiene en potencial de tratar muchas enfermedades para las que no hay ni cura ni tratamiento.
Ya hay muchos éxitos clínicos importantes con productos aprobados en el mercado, por ejemplo para un tipo de ceguera o para distrofias musculares que son letales para el paciente.
El gen puede introducirse en el cuerpo del paciente de varias maneras, pero la más común es a través de un virus que ha sido modificado para ser inofensivo y para contener el material genético terapéutico. Estos son llamados vectores virales.
Los vectores virales también pueden usarse para vacunación. Para este fin pueden modificarse para expresar o producir un antígeno que generará una respuesta inmune en un paciente. Por ejemplo, un adenovirus (Ad) o virus adeno-asociado (AAV) que expresa una proteína superficial del virus problema, para que el organismo la reconozca y genere defensas para una futura infección.
¿Es más tardada de desarrollar que las vacunas recombinantes o cuáles son sus ventajas contra otro tipo de vacunas?
Los virus típicamente generan respuestas inmunes más fuertes que proteínas recombinantes individuales, es decir, se necesita menos producto para una respuesta similar.
Para que cualquier biofarmacéutico llegue al mercado pueden pasar 10 a 15 años. Sin embargo, con muchas enfermedades para las que no hay tratamiento ni cura, las autoridades de salud en un país pueden aprobarlas en tiempos más cortos para que estén disponibles para la población.
¿Cuál es el principal desafío en trabajar con vacunas tipo terapia génica?
Con cualquier terapia que requiera virus –vacunas o terapias génicas- hay actualmente un problema serio: los métodos existentes para su producción y purificación son muy ineficientes y difíciles de escalar.
Por ejemplo, para algunas enfermedades genéticas musculares, sólo pueden producirse unos cuantos cientos de tratamientos al año, debido a la enorme cantidad de partículas virales que se necesitan.
Se estima que actualmente la demanda de partículas virales supera la oferta por un factor de cinco. Esta situación sólo empeorará en el futuro a medida que la demanda se incremente y nuevas terapias sean aprobadas más rápido.
¿Qué otro reto enfrentan el desarrollo de vacunas de terapia génica?
La manufactura de partículas virales y en general en la industria biofarmacéutica sigue siendo en lotes, a diferencia de la industria petroquímica, por ejemplo, cuya producción es continua y por ende mucho más eficiente.
Además de producirse en lotes, los métodos actuales requieren mucho trabajo manual y son extremadamente lentos y particulares para un producto. Con una terapia diferente, el proceso tiene que adaptarse de manera significativa. Finalmente, muchas de las tecnologías existentes no son escalables a escala industrial y sólo son adecuadas para laboratorios pequeños.
Aquí es donde entra la oferta tecnológica de ContiVir. Nuestras tecnologías son al menos diez veces más eficientes que las existentes, lo que permitirá la producción en masa de vacunas virales y terapias génicas en un periodo más corto de tiempo.
¿Va a priorizar la distribución en Alemania o cuáles serán los primeros mercados a los que llegará ContiVir?
Por el momento estamos en una fase de prueba de nuestras tecnologías con posibles clientes y cualquier grupo en el planeta que tenga un candidato de vacuna para Covid-19 basado en alguna partícula viral puede usar nuestros productos (sectores azules en la imagen).
En este momento estamos discutiendo con varias empresas grandes la posibilidad de que usen nuestras tecnologías y trabajos con varios grupos de investigación que tienen candidatos para terapia génica y vacunas para Covid-19. Por una simple cuestión geográfica, la mayoría de nuestros contactos por el momento están mayoritariamente en Alemania y Suiza.
Fuente: tecreview.tec.mx