Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han identificado moléculas en los mocos que protegen contra la salmonela
Diversos estudios ya han demostrado que el moco es mucho más que una simple sustancia pegajosa. Contiene una gran cantidad de moléculas, llamadas mucinas, que ayudan a controlar los microbios y prevenir infecciones. Ahora, un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) han identificado varias mucinas que protegen contra la salmonela y otras bacterias que causan diarrea.
Se trata de MUC2, una mucina que se encuentra en los intestinos y que desactiva los genes que la salmonela utiliza para entrar e infectar las conocidas como células huésped. Los investigadores descubrieron que, al exponer la bacteria de la salmonela a la mucina, esta dejó de producir las proteínas codificadas por SP-1 y ya no pudo infectar las células. MUC2 logra esto desactivando una proteína bacteriana reguladora conocida como HiLD. Cuando esta proteína es bloqueada por las mucinas, ya no puede activar los genes del sistema de secreción tipo 3 (SST3), del cual forman parte las proteínas que produce salmonela.
Durante la última década, Katharina Ribbeck, profesora de Ingeniería Biomédica en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y autora principal del estudio, ha identificado otras mucinas que ayudan a neutralizar vibrio cholerae y pseudomonas arruginosa, bacterias que pueden infectar los pulmones y otros órganos. En este último estudio, sin embargo, los investigadores querían explorar cómo las mucinas del tracto digestivo podrían interactuar con salmonela enterica, un patógeno transmitido por los alimentos que puede causar enfermedades después de consumir alimentos crudos o poco cocinados y agua contaminada.
«Esperamos desarrollar estrategias para prevenir la diarrea incluso antes de que se presente»
Estudios de otros laboratorios han demostrado que, en ratones, la salmonela tiende a infectar partes del tracto gastrointestinal que tienen una barrera mucosa delgada. Por eso, los investigadores esperan ahora poder imitar este sistema de defensa para crear mucinas sintéticas que podrían ayudar a prevenir o tratar enfermedades en personas con riesgo de exposición a salmonela.
Futuras aplicaciones
Una forma de utilizar mucinas sintéticas podría ser agregarlas a las sales de rehidratación oral; esto es, mezclas de electrolitos que se disuelven en agua y que se utilizan para tratar la deshidratación causada por la diarrea y otras enfermedades gastrointestinales. De hecho, añaden, podría ayudar a prevenir la ‘diarrea del viajero’, nombre con el que se denomina a la infección gastrointestinal causada por el consumo de agua o alimentos contaminados, y que se produce sobre todo en los viajes.
“Al utilizar y reformatear este motivo del sistema inmunitario innato, esperamos desarrollar estrategias para prevenir la diarrea incluso antes de que se presente. Este enfoque podría ofrecer una solución económica a un importante problema de salud mundial que cuesta miles de millones de dólares anuales en pérdida de productividad, gastos sanitarios y sufrimiento humano”, asegura Ribbeck.
Otra posible aplicación de las mucinas sintéticas sería incorporarlas en una tableta masticable que pudiera consumirse antes de viajar a zonas donde son comunes la salmonela y otras enfermedades diarreicas. Este tipo de profilaxis preexposición (PrEP), insisten los investigadores, podría prevenir mucho sufrimiento y pérdida de productividad debido a enfermedades. “Los imitadores de mucina brillarían especialmente como preventivos, porque así es como el cuerpo desarrolló el moco: como parte de este sistema inmunológico innato para prevenir infecciones”, subraya la científica Kelsey Wheeler, autora del artículo, publicado en la revista Cell Reports.
Fuente: consalud.es


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