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Descubren la hormona culpable de que suba el colesterol en la menopausia (y no son los estrógenos)

La menopausia aumenta el riesgo cardiovascular en la mujer porque se elevan los niveles de colesterol en sangre. Siempre se ha culpado a la falta de estrógenos de este efecto, pero la bajada de otra hormona menos conocida (la hormona antimülleriana) también está implicada.

Al llegar la menopausia aumentan los niveles de colesterol en sangre. Teóricamente, la razón que lo explica es el descenso de estrógenos que se produce en esta etapa de la vida debido al cese de la actividad de los ovarios. Sin embargo, los estrógenos podrían no ser los últimos únicos responsables del mayor riesgo cardiovascular de las mujeres menopáusicas.

Científicos de la Universidad de Pittsburgh han descubierto que hay otra hormona menos conocida que está muy relacionada con los niveles de lípidos en mujeres de media edad: la hormona antimülleriana (AMH). Una información que sin duda ayudará en gran medida a los médicos a conocer con mayor exactitud el riesgo cardiovascular al que se enfrentan las mujeres al llegar a la menopausia y si vale la pena administrar terapia de reemplazo hormonal (a base de estrógenos) para mejorar la salud del corazón. Los resultados del estudio se han publicado en Journal of Clinical Lipidology.

Riesgo cardiovascular en la menopausia

A lo 40 años, los hombres tienen más riesgo de infarto que las mujeres, pero al llegar a los 50 el riesgo se iguala. Antes, durante y después de la menopausia se produce un fuerte aumento de los niveles de colesterol en las mujeres que puede llegar a 300 mg/dL o incluso más en aquellas que ya los solían tener elevado.

La terapia de reemplazo hormonal se ha recomendado en la menopausia en varios supuestos y uno de ellos es el colesterol elevado. Sin embargo, este tratamiento no ha tenido los efectos cardioprotectores que los médicos esperaban, lo que sugiere que los niveles de colesterol en la menopausia no se disparan solo por la falta de estrógenos, apuntan los autores del estudio.

Qué papel tiene la hormona antimülleriana

La hormona antimülleriana (AMH) es una hormona que está muy bien estudiada como un factor importante para determinar el sexo del feto en el útero, señalan los autores de la investigación. Sin embargo, recientemente se ha descubierto que puede dar pistas sobre el momento de la llegada de la menopausia.

«La AMH se puede usar para medir durante cuánto tiempo los ovarios pueden seguir produciendo óvulos. Cuantos más ovocitos hay, mayores son los niveles de AMH; cuantos menos ovocitos, menor es el nivel de AMH. Unos niveles muy bajos de hormona antimülleriana pueden utilizarse para predecir la menopausia», apunta la Dra. El Khoudary.

Vista la relación tan fuerte entre los niveles de AMH y la menopausia, el equipo de la Dra. El Khourdary se preguntó si, al igual que el estrógeno, la pérdida de AMH podría tener un impacto sobre el colesterol. «Queríamos comprender el mecanismo detrás de los cambios de lípidos durante la transición de la menopausia y comprender cómo este nuevo biomarcador, la AMH, interactúa con el estrógeno y afecta los lípidos», explica la doctora.

La conexión entre la hormona antimülleriana y el colesterol

Los investigadores estudiaron muestras de sangre de 1.440 mujeres de mediana edad durante la transición a la menopausia. Se analizaron los niveles de estrógeno, de hormona antimülleriana y de colesterol bueno y malo.

Observaron que, si bien unos niveles altos de estrógenos eran importantes para reducir los niveles de LDL o colesterol malo, la hormona antimülleriana alta era la responsable de reducir el colesterol HDL o bueno. Esto significa que a medida que las mujeres atraviesan la transición a la menopausia, pierden estrógeno y hormona antimülleriana, lo que aumenta sus niveles de colesterol malo y bueno.

Aunque pueda parecer contradictorio, unos niveles de colesterol bueno elevados no es positivo para la mujer en la menopausia. Estudios anteriores del equipo de la Dra. El Khoudary han visto que un coleseterol HDL alto en estas mujeres podría estar enmascarando otros problemas cardiovasculares e incluso pueden ser un signo de disfunción de este tipo de colesterol, evitando que cumpla con sus funciones cardioprotectoras.

Fuente: sabervivirtv.com