Científicos hallan la causa de alucinaciones en enfermos de Parkinson
El descubrimiento de la causa de las alucinaciones menores podría ser un buen marcador para estudiar el progreso del Parkisnon
Un equipo de científicos del Instituto de Investigación del Hospital de Sant Pau de Barcelona (noreste de España) descubrió el circuito cerebral responsable de las alucinaciones menores en personas enfermas de Parkinson.
Según anuncian este jueves, el estudio se realizó gracias a un robot que permite inducir este tipo de alucinaciones para averiguar qué circuitos del cerebro se activan. Todo ello, en una investigación desarrollada junto a otro grupo de científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza.
Las alucinaciones menores, también denominadas como «no formadas», son fenómenos que incluso pueden sentir las personas sanas.
Algunas de sus manifestaciones son, por ejemplo, el hecho de estar solo pero notar la presencia de alguien, o bien percibir por el rabillo del ojo algún objeto imaginario que pasa deprisa.
Estas situaciones son muy frecuentes en enfermos de Parkinson y, de hecho, se vuelven más regulares a medida que avanza la enfermedad.
Sin embargo, el director del estudio, Jaume Kulisevsky, aseguró que «en el pasado, no se daba importancia a este tipo de alucinaciones y se atribuía a la medicación».
«Ahora, con este trabajo podemos concluir que los circuitos cerebrales responsables son los mismos que más adelante causarán alucinaciones mayores, un indicador grave de la progresión de la enfermedad y del deterioro cognitivo de los pacientes», sentenció Kulisevsky.
En este caso, las alucinaciones mayores o «formadas», en las cuales la alteración de la percepción es mayor, sí que están reconocidas como síntoma del Parkinson.
Se trata de una enfermedad neurodegenerativa conocida, sobre todo, por el temblor en las extremidades o los movimientos involuntarios en algunos pacientes.
Según los investigadores del equipo del instituto del Hospital de Sant Pau, el descubrimiento de la causa de las alucinaciones menores podría ser un buen marcador para estudiar el progreso del Parkisnon y realizar un diagnóstico precoz de la enfermedad.
Fuente: EFE