Un ácido estomacal podría ayudar a tratar la adicción a la cocaína

De acuerdo a los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Vanderbilt y la Universidad de Alabama, los ácidos biliares que ayudan a la digestión de grasas también reducen las propiedades gratificantes del consumo de cocaína; el hallazgo apunta al desarrollo de nuevas y potenciales estrategias para el tratamiento de la adicción a la ilícita droga.

Los ácidos biliares normalmente se liberan desde la vesícula biliar a la parte superior del intestino delgado, donde emulsionan las grasas para su absorción, antes de ser recicladas más abajo del intestino delgado.

Ya los investigadores habían observado que los ratones sometidos la cirugía de derivación biliar, un tratamiento experimental para la pérdida de peso en la que se altera el camino del ácido biliar a través del intestino, desviando parte al torrente sanguíneo, mostraron una marcada disminución en su preferencia por los alimentos grasos, incluso cuando estaban disponibles, lo que sugiere que los ácidos biliares afectan las vías de recompensa del cerebro.

Los investigadores descubrieron que los ácidos biliares parecen interactuar con el sistema de recompensa de la dopamina en el cerebro, que se ilumina cada vez que se experimenta algo placentero.

Para probar esta hipótesis, los investigadores hicieron lo mismo que en el estudio de alimentos, pero con un estímulo mucho más atractivo: la cocaína.

En este sentido, un grupo de ratones adictos fueron sometidos a la cirugía de derivación biliar a fin de incrementar las concentraciones de ácidos biliares. Posteriormente, los investigadores observaron su comportamiento y descubrieron que, después de la intervención quirúrgica, los ratones redujeron su comportamiento de búsqueda de drogas, un indicativo de que la cocaína fue menos gratificante.

Al analizar sus cerebros, se pudo evidenciar que después de recibir una porción de la droga, los ratones presentaban niveles más bajos de dopamina, un claro indicio de que el tratamiento había reducido los efectos placenteros de la droga.

Los autores luego administraron un medicamento, llamado OCA, que imita el efecto de la bilis en su receptor en el cerebro, llamado TGR5. Descubrieron que el fármaco imitaba los resultados de la cirugía relacionados con la cocaína en ratones no tratados, y reforzaba el caso de que los efectos de la cirugía se debían a niveles elevados de ácidos biliares.

En referencia a los resultados obtenidos, el investigador Aurelio Galli, afiliado al Departamento de Cirugía de la Universidad de Alabama y coautor del estudio, manifestó:

“Estos hallazgos redefinen la importancia fisiológica de la señalización de ácidos biliares y resaltan la importancia de determinar si los análogos de ácidos biliares representan un tratamiento farmacológico viable para el abuso de cocaína.”

Este estudio también contribuye a una mayor comprensión de cómo la señalización intestinal influye en las funciones cerebrales centrales de orden superior, como la recompensa; a la vez, es otra demostración de la fortaleza de la conexión intestino-cerebro.

Fuente: tekcrispy.com