Tragedia aérea en Etiopía: el 737 Max, un éxito convertido en pesadilla que hace temblar a Boeing

El accidente aéreo del vuelo ET302 de Ethiopian Airlines, en el que han muerto 157 personas, ha desencadenado una crisis sin precedentes en el fabricante Boeing, quien ha visto cómo uno de sus modelos estrella, el 737 Max, ha sufrido dos siniestros fatales en menos de cinco meses.

Las similitudes entre el accidente de Etiopía y el de Lion Air que se produjo en Indonesia en octubre de 2018 son demasiadas, lo que de inmediato ha puesto bajo sospecha a la familia de aviones 737 Max, que fue lanzada al mercado en 2017 y representa la última variante de la línea más vendida de la historia, desde que el primer 737 viese la luz en 1967.

La lista de países y de compañías que han suspendido temporalmente los vuelos operados por el 737 Max no ha dejado de crecer en las últimas horas. A ella se ha sumado también la Unión Europea, que ha cerrado su espacio aéreo a este modelo.

El Boeing 737 es uno de los contendientes en la feroz batalla que mantienen los dos grandes fabricantes aeronáuticos, Boeing y Airbus, por el mercado de corto y medio radio, el de mayores ventas. En este segmento, el veterano modelo compite principalmente contra la familia A320 del fabricante europeo.

Hasta el accidente de Etiopía, el 737 Max representaba un éxito comercial para el gigante estadounidense. Más de 340 aeronaves están registradas en la actualidad, y la previsión de pedidos en los próximos años es mucho mayor: alrededor de 5.000 aviones para un centenar de aerolíneas, muchas de ellas pertenecientes los mercados aeronáuticos emergentes de China e India.

Menor gasto de combustible

El Boeing 737 Max destaca por una mayor eficiencia en el gasto de combustible, uno de los principales quebraderos de cabeza para las aerolíneas comerciales en la actualidad.

Básicamente, las diferencias que incorpora con respecto a su modelo predecesor son de motorización y de aviónica. Sus motores son más grandes pero al mismo tiempo más eficientes, y el diseño del ala ha sido mejorado aerodinámicamente. Consume alrededor de un 14% menos de combustible que la versión anterior del 737.

En cuanto a aviónica, el 737 Max cuenta con sistemas tecnológicos de última generación que, en teoría, mejoran la aeronavegabilidad. Entre ellos, el MCAS (Sistema de Aumento de Características de Maniobras), cuya seguridad ha sido puesta en entredicho después de los accidentes de Indonesia y Etiopía.

MCAS, un sistema “controvertido”

A grandes rasgos, el sistema MCAS interviene directamente para corregir el ángulo de ataque de la aeronave y evitar que pierda sustentación y descienda descontroladamente. El ángulo de ataque de un avión es el que forma el ala con la dirección del aire que incide sobre ella y es un parámetro que influye en la capacidad del avión de permanecer en vuelo y evitar entrar en pérdida y barrena.

“El MCAS es un sistema que está levantando mucha controversia”, explica a RTVE.es Francisco Cruz, perteneciente al departamento técnico del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla), “en el accidente de Lion Air, que aún está pendiente de un informe final, los pilotos desconocían ese sistema y no estaba incluido en sus manuales de operaciones”.

“El entrenamiento que reciben los pilotos que pasan de una versión antigua a una moderna no es la óptima”, continúa valorando este comandante de aviación. “Esto se debe al fabricante, que para hacer más atractivo el modelo de avión de cara a las aerolíneas, disminuye los costes de entrenamiento”.

Los fabricantes determinan el entrenamiento de los pilotos

De esta manera, tal y como aclara el representante del Sepla, no son las compañías comerciales sino Boeing y Airbus quienes determinan qué tipo de entrenamiento es necesario para pilotar sus modelos. “En el caso de Boeing, determinó que con un simple DVD era suficiente para que los pilotos pudieran cambiar del 737 al 737 Max”, prosigue, “y evidentemente, hace falta más. Hace falta entrenamiento de simulador y un curso de excelencias más exhaustivo”.

En cuanto al papel que ha podido jugar el sistema MCAS en el accidente de Ethiopian Airlines, Cruz aclara que “hacen falta muchos más datos, tanto del accidente de Lion Air como del accidente de Etiopía, para saber realmente qué es lo que pasó”.

Problemas con el morro del avión

El comandante explica que “debido a que al 737 Max le han cambiado los motores y son más potentes, el avión en situaciones de morro alto puede entrar en pérdida. Entonces, para ayudar al piloto a evitarlo, el MCAS lo que hace básicamente es bajar el morro”.

“En el informe preliminar del Lion Air constaba que el avión estaba teniendo problemas con las sondas del ángulo de ataque y también de indicación fiable de velocidad. Es decir, tenían averías repetitivas en relación a ese sistema”, continúa. “En cuanto al accidente de Etiopía, lo único que sabemos es que la trayectoria de vuelo es similar a la del Lion Air. Poco después del despegue tuvieron problemas relacionados con el morro del avión, y al parecer el análisis del impacto indica que este ocurrió a gran velocidad”.

Ante la oleada internacional de suspensión de vuelos, el fabricante aeronáutico Boeing ha anunciado que actualizará el software de control del vuelo de sus aeronaves modelo 737 MAX para “hacerlas aún más seguras” antes del mes de abril, la fecha límite que la autoridad de aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés) ha previsto para imponer su aplicación mediante una normativa.

El software “incluye actualizaciones a la ley de control de vuelos, las pantallas piloto, los manuales operativos y el entrenamiento de la tripulación sobre el Sistema de Aumento de Características de Maniobras (MCAS)”, e incorpora específicamente información del “ángulo de ataque”, señala la firma.

Fuente: rtve.es