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Por qué Francia podría apostar de nuevo por la energía nuclear

Después de años alejándose de la energía nuclear, Francia quiere de repente construir seis grandes reactores. Hace unos días, Le Monde informó de que el Gobierno francés le pidió a EDF, la principal compañía eléctrica estatal, que elabore un plan para construir tres nuevas centrales nucleares, cada una con dos reactores de tipo EPR. El diseño de la tercera generación produce suficiente electricidad para abastecer a 1,5 millones de personas y, además, se apaga y enfría automáticamente en caso de algún incidente.

No parece que ninguno de estos planes sea el definitivo o que ni siquiera cuente con financiación en este momento. Pero los expertos en energía se han sorprendido con esta noticia porque parece sugerir que Francia está cambiando su postura sobre la energía nuclear. Además, los anteriores intentos de construir el mismo tipo de reactores de agua a presión habían tenido muchos sobrecostes y constantes retrasos.

La energía nuclear de este país produce más del 70 % de su electricidad total, la mayor proporción de cualquier nación en el mundo. Sin embargo, la postura cambió después del desastre nuclear de Fukushima (Japón) en 2011.

Los reguladores nucleares franceses han presionado para conseguir mejoras de seguridad en las centrales existentes y en 2015 el Gobierno votó por reducir el porcentaje de energía nuclear en el suministro de energía del país al 50 % para 2025 (que después se cambió a 2035).

En los últimos años, la industria nuclear ha tenido problemas a nivel global por las preocupaciones de seguridad provocadas por la creciente competencia del gas natural y de las energías renovables y el despilfarro de ambiciosos proyectos.

Entonces, ¿por qué es probable que lo esté haciendo?

Francia tiene la intención de cerrar unos 15 reactores antiguos antes de 2030, asegura la investigadora nuclear de la Universidad Carnegie Mellon (EE.UU.), Jessica Lovering. Por ello, la construcción de seis reactores no necesariamente aumentaría la electricidad producida por las centrales nucleares en todo el país, en especial teniendo en cuenta que la demanda aumentará en los próximos años.

Mientras tanto, algunos expertos en energía han recordado que Francia se comprometió este verano a convertirse en país neutro en emisiones de carbono para 2050. Ese dato se refiere a toda la economía, lo que significa que el país tendrá que reducir la contaminación no solo en el sector eléctrico, sino también en la agricultura, en el transporte y en la industria pesada. Por lo tanto, las autoridades probablemente quieran evitar perder la electricidad libre de emisiones en este momento. Además, las centrales nucleares producen calor que se puede utilizar para impulsar importantes procesos industriales.

Algunos expertos están aún sorprendidos de que Francia continúe apostando por grandes reactores EPR en vez por los pequeños y modulares que podrían reducir significativamente los costes iniciales y los riesgos de desarrollo.

Pero Lovering y otros investigadores señalaron que, después de que se inauguraran las primeras plantas EPR, esta industria ha ganado experiencia y ha mejorado su cadenas de suministro y su diseño, lo que debería ayudar a reducir los costes y el tiempo necesario para desarrollar reactores posteriormente.

«En lugar de empezar de nuevo con un nuevo diseño, creo que intentan aprender de los errores de la primera generación y mejorar la próxima», concluye Lovering.

Fuente: technologyreview.es