Por qué el Gobierno de EU teme a Libra, la criptomoneda de Facebook
La semana pasada, el máximo responsable del proyecto de moneda digital de Facebook, David Marcus, se enfrentó a una avalancha de preguntas de los miembros del Congreso de Estados Unidos. La mayoría de sus respuestas estuvieron calculadas y resultaron repetitivas, pero aun así, arrojó un poco de nueva luz sobre lo que Facebook quiere hacer exactamente con su moneda, Libra.
El interrogatorio por parte del representante de Carolina del Norte (EE. UU.) Patrick McHenry mostró algo importante: Facebook no es capaz de explicar cuál es su propuesta moneda digital sin ayuda de los responsables políticos. Sea cual sea la respuesta, tendrá grandes implicaciones para el futuro del dinero digital y la banca.
Ha pasado un mes desde que Facebook reveló su plan para lanzar Libra, el cual presentó junto a la posibilidad de convertirse en la base de una nueva infraestructura financiera global que sirva a miles de millones de personas. Pero como han demostrado las dos audiencias sobre Libra que tuvieron lugar la semana pasada (la primera ocurrió el pasado martes), en los niveles más altos del poder sigue habiendo bastante escepticismo, incertidumbre y confusión sobre este proyecto.
Probablemente esa es la razón por la que McHenry, quien claramente tenía bastante conocimiento sobre los conceptos relevantes, comenzó su interrogatorio con la pregunta más básica:”¿Qué es Libra?”. Marcus respondió que es una “moneda digital respaldada por reservas”.
Primero, vamos a intentar explicar este término. Como Facebook lo ha descrito, la moneda Libra será un activo digital que se usaría en un libro de contabilidad distribuido similar al de Bitcoin. Pero a diferencia de Bitcoin, cuyo valor es muy volátil, Libra se diseñará para mantener un valor estable. Para logralo, según Facebook, la criptomoneda estará “respaldada” por una “reserva” de monedas fiduciarias que incluirá el dólar estadounidense, la libra británica, el euro y el yen japonés.
La idea de respaldar una moneda digital con una reserva de dinero fiduciario no es nueva. Las llamadas stablecoins o criptomonedas estables son una forma popular para que los operadores protejan sus ganancias frene la volatilidad tan característica de las criptomonedas sin tener que convertirlas en moneda fiduciaria. Pero Libra, en cambio, confiaría en un “conjunto” de múltiples monedas; la mayoría de las demás criptomonedas se han conformado con una, generalmente el dólar estadounidense.
“¿Se trata de un valor?”, preguntó McHenry a Marcus. Los valores son instrumentos financieros con un valor monetario, como acciones y bonos. Los inversores suelen comprarlos con la esperanza de que su valor aumente. Los vendedores de valores en EE. UU. deben cumplir las amplias regulaciones impuestas por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés), algo que Facebook desea evitar. La respuesta fue: “No creemos que lo sea, congresista”.
Sin embargo, no importa lo que Facebook crea. Quien lo determina es la SEC y, según The Wall Street Journal, la agencia ya está investigando si la descripción de Libra propuesta por Facebook representa un tipo de valor llamado fondo de inversión cotizado (ETF, por sus siglas en inglés). Marcus insistió en que Libra no sería un valor, y aseguró varias veces que sería una “herramienta de pago”. Pero también admitió que tenía sus propias preocupaciones sobre la mejor manera de regular la gestión de reservas de Libra y se comprometió a trabajar con los responsables políticos para abordar todas sus inquietudes antes del lanzamiento.
Aquí es donde la conversación se adentra en unas aguas que los legisladores de Estados Unidos no habían explorado hasta ahora, y eso es lo que McHenry estaba tratando de señalar con su interrogatorio. Lo que Facebook está proponiendo es obviamente muy distinto a los convencionales servicios digitales de pago como PayPal o Venmo. La distinción más importante reside en que, en teoría, ninguna organización estaría a cargo de Libra. Facebook ha creado una organización sin ánimo de lucro, llamada Asociación Libra, para dirigir el desarrollo de la plataforma y ha registrado a 27 organizaciones como participantes, entre ellas Visa, Mastercard, PayPal, Uber y Spotify.
Algunas de las preguntas sin respuesta más importantes sobre Libra se refieren a esta organización, en particular, a cómo se gestionará. En innumerables ocasiones, Marcus reiteró lo mismo que Facebook lleva tiempo pregonando: que Facebook no estaría a cargo, que solo tendría uno de los 28 votos y que planeaba aumentar a 100 el número de organizaciones para el próximo año. Si decidimos creer a Facebook, la Asociación Libra será un nuevo tipo de organización, sin autoridad central. Y la compañía afirma que para hacerlo posible utilizará la tecnología de cadena de bloques (blockchain).
Pero hay un problema. El negocio de cuidar el dinero de las personas está fuertemente regulado en Estados Unidos. Durante las dos audiencias, varios miembros del Congreso dijeron algo similar a lo que el presidente Trump tuiteó recientemente: que lo que Facebook propone es en realidad un banco y que debería ser regulado como tal. Los bancos deben seguir unas reglas estrictas para combatir el blanqueo de dinero. También están obligados a proteger a los clientes contra el robo, y los depositantes están asegurados en caso de que el banco pierda su dinero. ¿Deberían los usuarios de Libra disponer de esas protecciones? Pero, si no hay ninguna entidad a cargo de Libra, ¿a quién habría que regular? ¿Cómo podría cumplir con las reglas bancarias?
Cada vez que surgía esta cuestión, Marcus respondía que Facebook no tenía planes de “participar en actividades bancarias”.
Sin embargo, lo que más parecía importar al Congreso no era si el proyecto se ajusta a la definición técnica de un banco, sino la importancia de la escala masiva de Facebook y su potencial para impulsar la adopción de su moneda. Si miles de millones de personas comienzan a usarla, Libra podría tener un profundo efecto en el sistema financiero mundial, lo que hace que la supervisión por parte del Gobierno resulte imperativa, subrayó la representante de California (EE. UU.) que preside el Comité de Servicios Financieros, Maxine Waters. La representante afirmó: “En última instancia, si los planes de Facebook llegan a buen término, la compañía y sus socios ejercerán un inmenso poder económico que podría desestabilizar monedas y gobiernos”. Además, pidió una moratoria sobre el proyecto para que el Congreso pueda estudiarlo.
La segunda audiencia se centró en gran medida en las preocupaciones prácticas sobre el funcionamiento Libra, mientras que el tono el día anterior reflejó la desconfianza de muchos senadores en Facebook y sus motivos. El historial sobre privacidad de la compañía sugiere que es un tema “peligroso”, afirmó el senador de Ohio (EE.UU.), Sherrod Brown, y añadió que eso demostraba la “impresionante” arrogancia de la empresa que ahora quiere dirigir su propio banco global. El político sentenció: “Estaríamos locos si dejamos que Facebook experimente con las cuentas bancarias de la gente y empiece a usar poderosas herramientas que la ciudadanía no comprende, como la política monetaria, para poner en peligro la capacidad de los estadounidenses que trabajan arduamente para mantener a sus familias”.
Pero esto no va solo sobre Facebook. Cada vez está más claro que las Big Tech quieren una parte del pastel de los servicios financieros. Ya lo estamos viendo en China, donde los servicios de pago digital de WeChat y Alibaba son omnipresentes. El Banco de Pagos Internacionales advirtió que estas y otras empresas, como Google y Amazon, podrían convertirse en “dominantes” del sector gracias a los efectos de la red. Ante esta aparentemente inevitable ola de cambio, los responsables políticos tendrán que encontrar el equilibrio adecuado entre fomentar la innovación y proteger a los usuarios. Facebook acaba de darles un punto de partida: “¿Qué es Libra?”
Fuente: technologyreview.es