Lograr que la ciencia se plasme en productos ‘vendibles’, el gran desafío para los laboratorios

Los laboratorios inician una nueva era pospandemia, con la innovación como bandera y con lograr que las inversiones en investigación se materialicen en productos vendibles, como desafío

Los laboratorios inician una nueva era pospandemia con la innovación como bandera y lograr que las fuertes inversiones que se hacen en investigación científica se materialice en productos vendibles como desafío.

Esa fue una de las conclusiones que dejó el panel del sector que se llevó a cabo en el 14to Encuentro de los Líderes organizado por El Cronista y Revista Apertura y que reunió a Juan Ignacio Diddi (Bristol Myers Squibb), Edgardo Vázquez (Laboratorios Bagó), Carlos Otheguy (Novo Nordisk) y Gastón Domingues Caetano (Takeda).

La huella que dejó la pandemia en la industria farmacéutica abrió un camino de grandes cambios. Atender el retraso en diagnósticos y tratamientos que generó el aislamiento es, para los representantes de los laboratorios, uno de los problemas más serios.

Según explicó Diddi, en cáncer de mama por ejemplo, el diagnóstico cayó mas de 70%. Para el ejecutivo, los avances tecnológicos colaboraron en la recuperación de los diagnósticos y tratamientos, dado que las consultas pueden hacerse de forma virtual y mejoran todos los índices. Lo mismo, los trabajos conjuntos con entidades médicas y el ministerio de Salud para recuperar ese tiempo perdido.

Para Otheguy, los pilares fundamentales para sobrepasar los escollos de la pandemia fueron: garantizar que los pacientes accedan a los suministros (el tema más critico para las enfermedades crónicas como diabetes o hemofilia), que emplados estuvieran bien para ocuparse de los pacientes y que continúen las para traer nuevas moléculas.

En Bagó, los avances proyectados en materia de investigación y lanzamientos no se detuvieron. “Incorporamos innovación en dermocosmética y en salud humana. Incluso lanzamos un antipsicótico en medio de la pandemia”, contó Vázquez.

El presidente del laboratorio nacional, relató también los cambios de hábitos de los pacientes vinculados a su relacionamiento con los médicos y también con las formas de comprar. “Fue exponencial el crecimiento en las redes sociales para vincularse. En Bagovit, tenemos 130.000 seguidores, 60.000 en Instagram”, señaló.

En Takeda, a pesar de tener 200 años de vida y haber pasado por múltiples situación globales de crisis, observaron la llegada de “un paciente mucho más empoderado”, según Domingues Caetano.

“Vimos que los pacientes tienen mucha necesidad de información y búsqueda por nuevos canales para saber qué les pasa. Esto creemos que es una tendencia que se va a acrecentar”, explicó. A la vez, dijo que ya observan “pacientes que están retornando al consultorio medio. En oncología y enfermedades raras ya se ve un crecimiento en diagnóstico”.

Transformación digital

Domingues Caetano apuntó también que en el último año se aceleró la transformación digital y “empujó a crear nuevas herramientas”. Por ejemplo, firmaron un acuerdo con Amazon web services para tener información y todos los procesos de investigación en la nube, trabajaron en programas de inteligencia artificial para tener contacto con los stakeholders; con los que se ganó agilidad para el paciente y médicos y “es una tendencia que seguirá mejorando”.

Vázquez se sumó con un punto interesante. “Hubo un desafío para que los entes reguladores busquen otra forma de prestar los mismos servicios a los pacientes. Hoy se reciben recetas por whatsapp, las muestran en la farmacia incluso pacientes de PAMI que ni se lo imaginaban”, dijo. “Eso permitió acelerar procesos que mostraron el valor que tienen y sobre los que difícilmente se vuelva atrás”.

Otheguy sumó que se logró una vacuna en tiempos récord y se consiguieron ver registros poblacionales en tiempo real, como la forma en que se iba desarrollaba la pandemia en el mundo, nunca visto. “Tiene que ser un aprendizaje para seguir mejorando la Salud publica”, agregó.

Investigación clínica

El aumento de inversiones en investigación clínica fue otra coincidencia. En Novo Nordisk, el 12% del presupuesto tiene ese destino dijo Otheguy. “No solo invirtiendo en la pharma tradicional sino en nuevos campos como las células madre”.

En Bagó, la apuesta está en una plataforma de vacunación en Argentina. “Hoy la vacuna está terminando la fase preclínica con buenos resultados y con una fuerte erogación financiera del laboratorio”, dijo Vázquez. También, están en permanente búsqueda de modelos asociativos para ayudar a asociaciones que no tienen escala a que puedan aprobar sus productos con celeridad en todo Latinoamérica”.

En Takeda, la inversión en investigación y desarrollo es de u$s 5 billones a nivel global. “Tenemos mas de 40 estudios globales, el 50% relacionado con enfermedades poco frecuentes”, dijo Domingues Caetano.

Asignaturas pendientes

El ejecutivo regional de Takeda dijo estar a favor de la cooperación privada publica, una idea en la que coincidió Vázquez, cuya firma tiene una larga vinculación con la ciencia básica. “Los incentivos de los investigadores están alineadas con la publicaciones de su investigación. Falta un poco para que haya una traslación de esas investigaciones a producto comercializables”, resumió.

Esta asignatura pendientes de vincular la investigación básica con la industria nacional también fue señalada por Otheguy. “Tenemos que perseguir un fin común que es la salud pública. Tenemos un programa para detectar la diabetes y la obesidad. La participación de los actores es clave”, agregó.

Para el futuro coincidieron en la innovación como foco de los desafíos. Desde insulinas de aplicación semanal, terapias como células madres hasta nuevos tratamientos para el cáncer, la innovación es el eje fundamental para las farmacéuticas. Buscar nuevas y mejores tratamientos para pacientes.

Se trata, dijo Vázquez, de un replanteo más amplio que tiene que ver con “cómo queremos vivir a futuro”.

Fuente: cronista.com