La tecnología que llevó al Apolo 11 a la Luna

La llegada del hombre a la Luna derivó en una revolución tecnológica y científica que transformó nuestras vidas

El 20 de Julio de 1969, Neil Armstrong se convirtió en el primer hombre en pisar la superficie de la Luna, su frase: “es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad” se convirtió en el referente exacto al hablar de la tecnología que se usó en aquella época, en el Apolo 11 y la revolución científica y tecnológica que vino después de ese hecho histórico.

Dolores Maravilla Meza, investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM, destaca que el avance tecnológico no llegó una vez que Armstrong pisó la Luna, sino muchos años atrás, cuando los hombres comenzaron a experimentar con cohetes, como el caso de Yuri Gagarin, “el primer ser humano que orbitó nuestro planeta a bordo de la nave espacial Vostik, un logro de la Unión Soviética el 12 de abril de 1961”.

Así, teorías e hipótesis se hicieron descubrimientos, como que el medio interplanetario no era un espacio vacío o que el Sol tenía campo magnético. Por ello la tecnología usada en aquella misión espacial fue una gran hazaña.

Por ello, la tecnología detrás del Apolo 11 tiene un gran número de antecesores de prueba y error. Ahora la tecnología con la que operaban el Apolo 11 es obsoleta; sin embargo, abrió el sendero para todo lo que hoy conocemos, como las computadoras, USB, GPS, calculadoras, autos más modernos. Incluso tu smartphone tiene más tecnología que la computadora que se usó en ese momento.

En un artículo de la UNAM, José Franco, investigador del Instituto de Astronomía, destaca que el GPS y el Internet, herramientas que usamos todos los días, “se gestaron desde que se desarrolló la carrera espacial”; mientras que su colega Armando Arellano Ferro destacó que pese a estar a 384 kilómetros de distancia de la Tierra se pudo transmitir en vivo el evento, hacia la base espacial, que se replicó a todo el mundo.

Tecnología usada en el Apolo 11

Computadora

La Apollo Guidance Computer fue la computadora que se usaba desde la tierra, constaba solo de una pequeña pantalla y un teclado numérico, y las órdenes de acción se realizaba mediante una secuencia de dos dígitos y cada una era una orden. Pesada poco más de 31 kilos. En ese entonces se trataba de la mayor tecnología, por ello se usó en el Apolo 11.

Memoria

El ordenador que controlaba el módulo de mando del Apolo 11 tenía una memoria RAM de 4 kilobytes, y de ROM 32 kilobytes. Ahora nadie imagina un smartphone o computadora que tenga menos de 4 gigabits de memoria RAM. Ahora visualiza todo lo que hicieron con esa pequeñísima memoria que era considerara la mayor tecnología en 1969.

Software

El software LUMINARY que se usó para el Apolo 11 requirió de 7 años y unas 300 personas y para él se usó lenguaje de programación MAC (MIT Algebraic Compiler), creado en 1957 y que permitió el correcto aterrizaje de la capsula en la que regresaban Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin Aldrin Jr.

Capacidad y altura

El Apolo 11 estaba conformado por el Saturno V, un cohete de más de 100 metros de altura y 2 mil 700 toneladas, contando el combustible, y este solo era el vehículo que dirigía los módulos a la luna. El Falcon Heavy de Space X mide 70 metros de alto, pesa poco más de mil 400 toneladas y puede cargar hasta 63 mil 800 kilogramos.

El avance de la tecnología permitió que los cohetes pesarán menos y fueran más compactos.

Traje

El traje que usaron los astronautas del Apolo 11 contaba con la mayor tecnología, estaba confeccionado por 27 diferentes capas con telas como lycra, neopreno, teflón y dacrón –que es una mezcla de poliéster y algodón—, además de materiales antiinflamables debido a que debían esperar temperaturas extremas de más de 100 grados o incluso -100 grados, con un peso de 91 kilogramos.

Actualmente un traje espacial pesa casi 130 kilos que los protegen del impacto de pequeñas partículas o meteoritos que viajan a gran velocidad y pueden dañarlos, pero en especial de las temperaturas tan drásticas y evitar la radiación solar.

Fuente: forbes.com.mx