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Habla la bióloga que la industria pesquera no quiere que escuches

Sylvia Earle lleva 50 años haciendo campaña para salvar los mares. Desde la organización Misson Blue lleva a cabo su cruzada y en TED la entrevistan para hacerle la pregunta clave: ¿realmente es tan bueno comer pescado?

“Excepto por los que viven en comunidades costeras —o incluso en el interior si hablamos de especies de agua dulce— para la mayoría de las personas comer pescado es una elección, no una necesidad. Algunas personas creen que el único propósito de la existencia de los peces es que nos los comamos. Se ven como comodidades. Pero los pescados salvajes, igual que los pájaros salvajes, tienen un lugar en el ecosistema de la naturaleza que tiene mucho más valor que el de ser un alimento. Son parte de los sistemas que hacen funcionar el planeta y los deberíamos estar protegiendo por su importancia para el océano. (…) Si la gente realmente entendiera los métodos que se usan para capturar pescado salvaje, se lo pensarían dos veces antes de comerlos, porque esos métodos son destructivos y contaminantes. Y no es solo una cuestión de cuidar del pescado o de los corales, sino que también va de todas las cosas que se destruyen en el proceso de cazar especies de la vida salvaje de los océanos.

Pregúntate esto: ¿para ti es más importante consumir pescado, o pensar que los pescados están aquí para un propósito mayor? Hoy, los pescados del mar se cazan con métodos que nuestros predecesores ni siquiera se podrían imaginar. Nuestra explotación a gran escala de la vida salvaje marina es profundamente decisiva para nuestro medioambiente. Estamos usando técnicas modernas capaces de coger más de lo que nuestros sistemas naturales pueden proporcionar. Piénsalo bien: los barcos industriales que usan redes enormes o palangres de hasta 100 kilómetros de largo, con anzuelos cada pocos metros (…) Y lo peor es la pesca de arrastre, que arranca todo el ecosistema. Y la mayoría de lo que se pesca simplemente se desecha. Por lo que respecta a los océanos, la pesca está dejando un agujero. Un gran espacio que no se va a llenar en un día.

No hay ninguna duda que una dieta basada en los vegetales es mejor para ti y para el planeta. Si me preguntas, lo mejor es una dieta totalmente basada en vegetales o basada en su mayor parte en plantas y con pequeñas cantidades de carne que provenga de animales que comen plantas. No digo que tengas que dejar de comer carne, pero piensa lo que cuesta cultivar una planta comparado con lo que cuesta criar un animal herbívoro, como una vaca, un pollo o un cerdo. Incluso los carnívoros terrestres están más abajo de la cadena alimentaria que la mayoría de los peces. Piensa en un tigre, un león o un leopardo de las nieves. Ellos se comen a animales herbívoros. Comen conejos o ciervos. Así, las cadenas alimentarias de la Tierra son bastante cortas. Tras 10 mil años, hemos llegado a entender que es mucho más eficiente no comernos a los carnívoros. Comemos rumiantes, los que escogemos criar, como vacas y cerdos. Pero perversamente, a muchos de los animales que son rumiantes naturales les alimentamos con pescados salvajes. Estamos cogiendo grandes cantidades de vida marina salvaje para triturarlas y convertirlas en comida para pollos, vacas o cerdos o incluso para pescados.

Así que si tienes que comer carne, o eliges comer carne, come animales que coman plantas. En el caso del pescado, hay cadenas largas y complicadas —por ejemplo, el atún que come el pescado, que come otros pescados, que come otros pescados. Elegimos a los que están más arriba de la cadena alimentaria cuando comemos halibut, pez espada, atún o langosta, pero eso no es lo que es bueno para nosotros ni para el océano. Comer atún es una falta de conciencia ecológica.

También tenemos que considerar la bioacumulación que hay en el océano. Las preocupaciones sobre el mercurio existen por una buena razón, especialmente cuando comemos peces carnívoros como el atún, el pez espada, el halibut o el reloj anaranjado . No es lo más sabio que podemos hacer para nuestra salud por todo lo que se acumula en estos carnívoros durante los 10 o 15 años que tardan en madurar. Si quieres comer de manera responsable, no solamente por tu salud sino también por la del planeta, tienes que saber que cuanto más se expone un animal al mundo que ahora tenemos, mayor es la posibilidad de que acumule toxinas que ahora existen en el océano o en aguas dulces, o incluso en la tierra.

Tengo simpatía por los que han continuado la tradición de ganarse la vida mediante la pesca. No creo que ellos sean el problema. Pero ellos mismos saben que armados con tecnologías modernas tienen el poder de extraer más de lo que el sistema natural puede producir. Necesitamos dar pasos con sentido común para proteger las zonas costeras donde se alimentan y se aparean. Necesitamos un sistema con restricciones, no sea solo capaz de coger cosas de todos sitios sin ningún límite. Ahora tenemos una oportunidad porque sabemos cosas que no podíamos entender décadas antes. La cría inteligente podría ser una opción para proporcionar comida a la gente a la que le gustan las criaturas marinas. Pero tiene que hacerse con un cuidado y protección extremos. Necesitamos crear un lugar seguro para la fauna salvaje, para recuperar lo que ya hemos tomado y para mantener lo que tomaremos en el futuro.

Las cuotas de pesca y las piscifactorías creo que son intentos bien intencionados, pero no los apoyo. Son intentos que están dirigidos a elecciones, no a necesidades. Siguen poniendo el foco en el paladar acostumbrado al lujo que hemos adquirido y no en la necesidad alimentaria de las personas. Por lo que trata de comida, lo mejor es criar peces herbívoros en circunstancias donde captures los nutrientes y los recicles para cultivos de plantas. En la naturaleza no hay desperdicios. Parte del problema de coger demasiado pescado de los océanos es que rompes la cadena crucial que devuelve un movimiento constante de nutrientes. En cambio, la aquicultura inteligente no tiene lugar en un océano o en aguas naturales, sino una que está diseñada como un acuario y se divide en dos partes: plantas en un lado, pescado en el otro. Las plantas son alimento de los pescados y los residuos que generan los pescados sirven para nutrir las plantas. Las granjas de pescado que crían carnívoros hay que verlas con la comprensión que tomar grandes cantidades de vida salvaje, pescados salvajes, para alimentar a pescados de granja y conseguir pequeñas cantidades, no es una manera sensata de usar el planeta.

Con 7 billones de personas en el planeta, comer animales salvajes tiene que ser un lujo, excepto por los que viven en comunidades costeras con pocas opciones para comer. No es como hace 10 o 5 mil años o incluso 50 años atrás. Hoy, nuestra capacidad de matar excede la capacidad de los sistemas naturales de reabastecerse. Lo más sorprendente es que vemos a la fauna oceánica principalmente como comida. En Norte América siempre será una elección, nunca una necesidad, dado nuestro acceso a otros alimentos.

Así que yo escojo no comerlo

Lo más maravilloso de mi vida como bióloga es que cada individuo, y no solamente personas, gatos, perros o caballos, sino todas las cosas vivas, incluso los árboles, son únicas. Todo ser es único. Es un hecho. Y, ciertamente, los peces, como los pájaros, tienen su apariencia particular y si eres lo suficientemente agudo para distinguir a unos de otros, pronto te empezaras a dar cuenta de que se comportan de maneras distintas. Si eso es personalidad, que entiendo que sí, cada uno tiene sus peculiaridades. Por ejemplo, algunos peces son más agresivos y otros más tímidos. Y es fantástico pasar miles de horas bajo el océano para conocer, no solamente la gran imagen o el caleidoscopio de vida que hay, pero también para reconocer las especies individuales.

Fuente: Ideas TED