China, el nuevo mayor productor de artículos científicos

Durante las últimas décadas, Estados Unidos ha sido un líder indiscutible en ciencia. Aún hoy es el país que más doctores gradúa en ciencia y tecnología y todavía es la nación más apetecida por los alumnos internacionales de posgrado, aunque su porcentaje es cada vez menor: pasó del 25 % en el 2000 al 19 % en 2014. Además, los US$500.000 millones que invirtió en 2015 en investigación y desarrollo lo situaron en el primer lugar entre los países que más dinero destinan a la ciencia.

Sin embargo, ese panorama parece estar cambiando. Un informe de la Fundación Nacional de Ciencia de EE. UU. reveló que este país dejó de ocupar el primer puesto en uno de los indicadores claves: el número de artículos científicos publicados. China es ahora la nación que lidera el podio. En 2016 publicó 426.000 investigaciones, mientras que EE. UU. llegó a 409.000.

María Zuber, geofísica del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Cambridge (EE. UU.), le resumió este nuevo panorama en una frase a la revista Nature: “La participación relativa de Estados Unidos en la actividad mundial de la ciencia está disminuyendo”.

¿Quiere decir que China es ahora el nuevo líder en términos de ciencia? No. Las variables que entran en juego a la hora de hacer ese análisis son varias y no pueden reducirse a un indicador sobre las publicaciones. Sin embargo, como reiteraba Zuber, es claro que el mundo está cambiando, a pesar de que EE. UU. continúe siendo el líder mundial en ciencia y tecnología.

Un reflejo de esa transformación es el impulso económico que el país asiático le ha dado a su ciencia. Su gasto ha crecido año tras año y hoy alcanza los US$400.000 millones. Es la segunda nación que más invierte en el mundo. Además se ubicó en la quinta posición en el ranquin de los países con más publicaciones científicas citadas. El primer lugar lo ocupa Suecia; el segundo, Suiza; el tercero, EE. UU., y el cuarto, la Unión Europea.

Y aunque estos indicadores no sugieren que la ciencia estadounidense está quedando rezagada, hay otro asunto que sí parece generarles mucha más inquietud a los investigadores. Algunos de los nombramientos de la administración de Donald Trump van en contravía de lo que esperan los científicos. La mejor muestra fue la nominación de Jim Bridenstine como director de la NASA. Bridenstine, excombatiente en Afganistán y congresista republicano, no cree en el cambio climático.

Fuente: El Espectador