Un robot submarino descubre un pez abisal que nada panza arriba, y no se sabe por qué
Los científicos aún no tienen claro por qué lo hace así, aunque hay varias teorías
Conocemos aún menos el fondo marino de nuestros océanos más profundos, que la superficie de la Luna o Marte. A miles de metros de profundidad, acabamos de descubrir que algunos peces abisales pescadores no usan su sueño hacia arriba, como se pensaba. En realidad, nadan panza arriba, y el señuelo cuelga hacia abajo, como una caña de pescar.
Hasta hace pocos años, los únicos peces abisales que conocíamos eran ejemplares muertos capturados en redes de pescadores.
En el caso de los peces pescadores del género Gigantactis, se pensaban que usaban su señuelo enfilándolo hacia arriba, porque así lo hacen otras especies más pequeñas. Pero estábamos equivocados.
El pez abisal que nada panza arriba
Los robots submarinos a control remoto han revolucionado la exploración submarina. Ya existen modelos pequeños y asequibles, equipados con cámaras, que pueden descender a miles de metros de profundidad. Gracias a ellos, cada día descubrimos más cosas sobre las criaturas que viven allí.
Científicos internacionales asociados al Museo de Nueva Zelanda han llegado a grabar hasta ocho peces abisales diferentes del género Gigantactis nadando boca arriba, en mares tan diferentes como el Caribe, el Atlántico o el Pacífico.
Aquí puedes ver uno de estos vídeos, que muestra a un ejemplar de Gigantactis a la mayor profundidad jamás grabado, 5.866 metros:
El cuerpo simétrico de este pez pescador lleva al engaño, porque parece que está nadando normal, con su señuelo hacia abajo. Pero en algunas tomas se ve claramente que está panza arriba.
Este tipo de peces viven en la oscuridad más absoluta, así que usan este señuelo para cazar. Al final del largo “cuerno” hay una bola bioluminiscente, que emite luz en la oscuridad. Esto atrae a crustáceos y peces. Cuando están cerca, se los come de un bocado.
No se sabe por qué esta especie caza boca arriba, pues otras más pequeñas lo hacen de forma convencional, con el señuelo hacia arriba.
Según explica Andrew Stewart, uno de los autores del estudio, en National Geographic, nadando al revés evitan morder su propio señuelo cuando atacan a la presa. También, por la posición de las mandíbulas, tienen más posibilidades de atraparla. Pero por ahora todo son especulaciones.
Gracias a los robots submarinos, hemos descubierto que algunos peces abisales nadan panza arriba, para tener más posibilidades de atrapar a sus presas. Todo vale para sobrevivir en uno de los lugares más extremos de la Tierra.
Fuente: computerhoy.com