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Muere con 43 años la araña más vieja del mundo

Investigadores australianos han descubierto lo que se cree que es la araña más longeva registrada en el mundo, desbloqueando información clave sobre la misteriosa criatura de ocho patas.

La investigación, publicada en Pacific Conservation Biology, sugiere que la matriarca trampera de Giaus Villosus, de 43 años, que murió recientemente durante un estudio de población a largo plazo, había sobrevivido al anterior poseedor del récord mundial, una tarántula de 28 años hallada en México.

El autor principal, la estudiante Leanda Mason de la Facultad de Ciencias Moleculares y de la Vida de la Universidad de Curtin, dijo que la investigación en curso ha llevado a nuevos descubrimientos sobre la longevidad de esta araña.

«Hasta donde sabemos, esta es la araña más vieja jamás registrada, y su importante vida nos ha permitido investigar más a fondo el comportamiento de la especie y la dinámica de la población», dijo Mason en un comunicado.

El proyecto de investigación fue iniciado por Barbara York Main en 1974, que monitoreó la población de arañas a largo plazo durante más de 42 años en la región central de Wheatbelt en el oeste de Australia.

«A través de la investigación detallada de Barbara, pudimos determinar que la vida útil prolongada de la araña trampera se debe a sus características de historia de vida, incluida la forma en que viven en matorrales nativos no aclarados, su naturaleza sedentaria y su bajo metabolismo».

El equipo de la Universidad de Curtin continuó la investigación de Barbara, que ahora tiene 88 años, y pudo recopilar información sobre la edad de la araña, la causa de la muerte y una mejor comprensión de su historia de vida.

El coautor, Profesor Asociado Grant Wardell-Johnson, de la Facultad de Ciencias Moleculares y de la Vida y el Director Adjunto del Centro para la Restauración de Sitios Minerales (CMSR) del Australian Research Council (ARC), explicó cómo las características de comportamiento de la araña contribuyeron a su supervivencia en el interior de Australia.

«Estas arañas ejemplifican un enfoque de la vida en paisajes antiguos, y mediante nuestra investigación continua podremos determinar cómo las tensiones futuras del cambio climático y la deforestación tendrán un potencial impacto en la especie», dijo.

Fuente: europapress.es