Los elefantes parecen comunicarse haciendo vibrar el suelo
Utilizando herramientas desarrolladas para monitorizar terremotos, investigadores concluyen que los elefantes pueden comunicarse creando vibraciones en el suelo mientras se mueven y emiten barritos.
Los hallazgos apoyan las teorías que sugieren que los elefantes podrían usar las vibraciones del suelo para la comunicación a larga distancia entre ellos y pueden conducir al desarrollo de un nuevo tipo de sistema de alarma para detectar comportamientos de elefantes, como el pánico, como medio para atrapar y disuadir a los cazadores furtivos.
“Nos sorprendió el tamaño de las fuerzas que actúan sobre el terreno que fueron generadas por los elefantes cuando barritan (el berrido del elefante) –afirma en un comunicado Beth Mortimer, de las universidades de Oxford y Bristol, Reino Unido–. Descubrimos que las fuerzas generadas a través de las llamadas de elefantes eran comparables a las fuerzas generadas por una caminata rápida de los elefantes. Esto significa que las llamadas de elefante pueden viajar a distancias significativas a través del suelo y, en condiciones favorables, más allá de la distancia”.
Mortimer generalmente está interesado en animales que usan vibraciones a través de materiales para obtener información. Sus estudios anteriores se centraron en las arañas y sus redes. En el nuevo estudio, se asoció con colegas geofísicos como Tarje Nissen-Meyer, de la Universidad de Oxford, Reino Unido, para observar a los animales en el otro extremo del espectro de tamaños. Hubo indicios de que los elefantes podrían usar las vibraciones del suelo para comunicarse, pero su transmisión a través del suelo no se entendía bien.
Para explorar en el nuevo estudio, Mortimer y Will Rees, un estudiante de máster en el Laboratorio de Sismología de Nissen-Meyer, registraron las vibraciones generadas por los elefantes salvajes en Kenia mientras mostraban diferentes comportamientos, incluyendo caminar y llamar. Confiaron en las técnicas más comúnmente utilizadas para investigar los procesos de la tierra, como los terremotos y su objetivo era conocer cuán lejos viajan las vibraciones generadas por los elefantes y cómo se ven afectadas por el ruido generado por el ser humano, el tipo de terreno y otros factores.
Los investigadores, que publican su estudio en Current Biology, encontraron que al registrar las vibraciones que los elefantes generan a través del suelo, podían clasificar los comportamientos de los elefantes en particular. Los modelos por ordenador mostraron que podían detectar y clasificar comportamientos particulares en kilómetros. Sin embargo, sus habilidades se vieron influenciadas por factores físicos, como el ruido y el tipo de terreno.
El ruido generado por el hombre altera su comunicación
Los hallazgos sugieren que el ruido generado por el hombre puede interferir con la capacidad de los elefantes para comunicarse a través de las vibraciones y también pueden tener implicaciones prácticas para ayudar a mantener a los elefantes seguros.
“Sugerimos que la monitorización de las vibraciones en tierra se pueda utilizar en un contexto práctico para detectar elefantes y determinar sus comportamientos –dice Mortimer–. Al utilizar grabadoras sísmicas múltiples en ubicaciones remotas, sugerimos que se puedan generar algoritmos de detección, ubicación y clasificación que permitan la monitorización de elefantes en tiempo real”.
Aunque se necesitan más datos experimentales para confirmar el potencial a largas distancias, los hallazgos podrían conducir al desarrollo de sistemas de monitorización sísmica para detectar señales de elefantes en problemas. “Esperamos desarrollar estos hallazgos iniciales para desarrollar un enfoque integral para monitorizar y comprender el comportamiento de los grandes mamíferos en estos entornos prístinos, cambiantes y frágiles”, afirma Nissen-Meyer.
Este investigador dice que ahora el equipo planea desplegar una red más grande, de largo plazo de sensores sísmicos junto con instrumentos aéreos, visuales y acústicos para examinar las reacciones de los elefantes cuando los investigadores hacen eco de sus propias señales grabadas.
Fuente: europapress.es