Los árboles de la Amazonia son cada vez más grandes: crecen 3,2% por década
Un estudio internacional reveló que los árboles amazónicos han incrementado su tamaño promedio en un 3,2% por década durante los últimos 30 años. El fenómeno, atribuido al aumento de CO₂ en la atmósfera, confirma su papel como sumideros de carbono, aunque la deforestación amenaza con revertir estos beneficios.
La selva amazónica, considerada el “pulmón verde” del planeta, vuelve a sorprender a la ciencia. Un consorcio de investigadores internacionales descubrió que sus árboles son cada vez más grandes y robustos, con un crecimiento sostenido impulsado por el dióxido de carbono atmosférico. Aunque el hallazgo aporta esperanza frente al cambio climático, también subraya la fragilidad del ecosistema: la deforestación y la fragmentación podrían poner en jaque estos avances naturales.
Un hallazgo inesperado en la selva más grande del mundo
El estudio, publicado en Nature Plants, incluyó el seguimiento de 188 parcelas permanentes en la Amazonia, principalmente en Brasil, con la participación de cerca de cien científicos de más de 60 universidades.
El análisis reveló que tanto árboles grandes como pequeños han incrementado su tamaño de manera sostenida durante al menos tres décadas. “Incluso los árboles más grandes han seguido prosperando a pesar de las amenazas”, señaló Beatriz Marimon, de la Universidad de Mato Grosso.
El papel del CO₂ en el crecimiento acelerado
La explicación está en la fertilización atmosférica por CO₂. Al aumentar la concentración de dióxido de carbono, los árboles absorben más carbono y desarrollan mayor biomasa.
Adriane Esquivel-Muelbert, de la Universidad de Cambridge, destacó: “Los árboles grandes son enormemente beneficiosos para absorber CO₂ de la atmósfera, y este estudio lo confirma”.
De este modo, la selva amazónica reafirma su rol como sumidero clave de carbono, esencial para mitigar el calentamiento global.
Beneficios y riesgos ecológicos
El crecimiento acelerado cambia la estructura y dinámica del bosque. Tim Baker, de la Universidad de Leeds, explicó que todo el ecosistema se ha visto modificado, lo que influye en la competencia por recursos y la distribución de especies.
Sin embargo, el panorama no es completamente alentador. “Los grandes árboles tropicales tienen cientos de años. No podemos plantar nuevos y esperar que aporten los mismos beneficios”, advirtió Rebecca Banbury Morgan, de la Universidad de Bristol.
El futuro de los gigantes amazónicos
Los científicos subrayan que la deforestación, la fragmentación del hábitat y el cambio climático son amenazas directas que podrían neutralizar los beneficios observados. Mantener la conectividad del bosque será esencial para preservar la biodiversidad y garantizar que los árboles sigan absorbiendo carbono.
“Lo que ocurra con los árboles grandes será crucial para la resiliencia del ecosistema”, recalcó Oliver Phillips, también de Leeds.
Conservar para garantizar estabilidad climática
El hallazgo es pionero en mostrar cómo el aumento de CO₂ ha alterado la estructura de los bosques amazónicos. Pero también refuerza un mensaje clave: sin conservación no habrá resiliencia.
La Amazonia necesita políticas firmes de protección para que sus árboles continúen prosperando y aportando beneficios decisivos a la biodiversidad y a la estabilidad climática global.
Fuente: comunidad-biologica.com
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