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Las ballenas también exfolian su piel, frotándose contra las rocas

Las ballenas de Groenlandia mudan la piel y se frotan en grandes rocas, lo que probablemente facilita la exfoliación en las aguas costeras del Ártico oriental canadiense a fines del verano.

Es la conclusión de un estudio publicado en la revista PLOS ONE por un equipo científico liderado por Sarah Fortune, de la Universidad de Columbia Británica.

Se cree que la mayoría de las ballenas, delfines y marsopas cambian y reemplazan su piel continuamente. Sin embargo, esto puede no ser cierto para las especies árticas, como las ballenas beluga, el narval y la ballena de Groenlandia, que ocupan estacionalmente aguas más cálidas, como estuarios y fiordos.

Las ballenas beluga y probablemente el narval mudan en los estuarios durante el verano, donde es posible que el agua más cálida facilita el recambio de la piel al aumentar las actividades metabólicas o al proporcionar una señal fisiológica como la luz del día. Sin embargo, se sabe poco sobre la muda en las ballenas de Groenlandia.

Fortune y sus colegas estudiaron la muda y el comportamiento de las ballenas de Groenlandia durante el verano en Cumberland Sound, Nunavut, Canadá. Los datos incluyeron fotografías de 81 ballenas de Groenlandia y vídeos de cuatro ballenas de Groenlandia.

Las imágenes fijas mostraron que todas las ballenas de Groenlandia estudiadas estaban mudando y que casi el 40 por ciento de ellas tenía piel con manchas en gran parte de sus cuerpos (más de dos tercios). Los vídeos capturaron ballenas de Groenlandia que se frotaban en grandes rocas en áreas costeras poco profundas. Tanto la muda como el roce con las rocas parecían estar presentes entre las ballenas de Groenlandia durante el verano en el área de estudio.

Este trabajo apoya la hipótesis de que el agua más cálida puede facilitar la muda y sugiere que el roce con las rocas facilita la exfoliación, según un comunicado. Además, los investigadores especulan que las ballenas de Groenlandia pueden mudar para eliminar parásitos como los piojos de las ballenas o para deshacerse de la piel que ha sido dañada por el sol. Esto último podría reducir el riesgo de radiación ultravioleta durante el verano en latitudes altas, lo que podría ser importante para especies de larga vida, como las ballenas de Groenlandia, ya que el daño en la piel se acumula con la edad.

Fuente: Europa Press