Estos gusanos conservan sus recuerdos intactos después de ser decapitados
Si ya es difícil convivir con ciertos recuerdos, imagina ser un gusano plano, que regenera su cerebro con la memoria intacta después de ser decapitado.
Los científicos sabían desde hace tiempo que estos parásitos, conocidos formalmente como platelmintos planares o planarias, pueden regenerar todo su cuerpo (cerebro incluido). También sabían que son capaces de almacenar recuerdos a largo plazo, lo que a su escala se traduce en unas dos semanas. Pero hasta hace unos años no habían podido demostrar que también son capaces de conservar sus recuerdos tras una decapitación.
Los últimos en preguntarse qué pasaría si insertáramos un recuerdo en la memoria de una planaria y le cortáramos la cabeza fueron Tal Shomrat y Michael Levin, de la Universidad Tufts. La pareja de biólogos pasó 10 días enseñando a estos parásitos a encontrar comida en el centro de una placa de Petri, donde brillaba una luz. Fue una tarea especialmente complicada para los parásitos porque tienen aversión a la luz y les gusta pasar el rato en la periferia de las placas de Petri. Sin embargo, todos acabaron superando sus impulsos naturales gracias al refuerzo positivo.
Y entonces, los científicos les cortaron la cabeza (cerebro incluido).
Pasados otros 14 días, las cabezas volvieron a crecer y los científicos metieron de nuevo a las planarias en las placas de Petri. Ocurrió algo fascinante: tras una lección rápida de un día, las que habían sido decapitadas recordaron cómo encontrar la comida. Por el contrario, las planarias de control que no habían sido mutiladas no tuvieron suficiente con esa sesión de entrenamiento y tardaron más en aprender a encontrarla.
Parece que las planarias no pierden todos sus recuerdos cuando les cortan la cabeza. Shomrat y Levin no están seguros de por qué ocurre, pero creen que los parásitos podrían estar almacenando sus recuerdos fuera del sistema nervioso central gracias a las cargas eléctricas que generan sus células en el sistema nervioso periférico. Otros científicos como Eva Jablonka, que estudia la evolución de los sistemas nerviosos en la Universidad de Tel Aviv, sospechan de la epigenética: la idea de que la expresión del ADN puede ser modificada por el comportamiento aprendido.
Fuente:Journal of Experimental Biology