El Sahara sorprende a los científicos: descubren 1800 millones de árboles solitarios no contabilizados hasta ahora
Altas temperaturas, clima extremadamente seco y la intensa radiación solar hacen que este lugar sea inhóspito para la vida. Sin embargo, un estudio ha revelado que el Sahara tiene más árboles y arbustos de los que se pensaba
El desierto del Sahara es uno de los lugares más calurosos y secos de nuestro planeta, e incluso en algunos sitios no llueve durante varios años. Precisamente por eso es uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra. Sin embargo, contrariamente a lo que se podría pensar, el Sahara no es sólo un inmenso océano de arena y dunas que se suceden continuamente, desde las costas del Mar Rojo hasta el océano Atlántico.
Los paisajes del desierto sahariano cambian constantemente, hasta el punto de que van desde desiertos arenosos, como el argelino, maliti o libio, a zonas caracterizadas por vastas extensiones de roca y grava, como en el sur de Argelia o Marruecos, hasta regiones donde se levantan imponentes macizos montañosos, restos de antiguos sistemas volcánicos hoy extintos, con picos que superan los 3000 metros de altitud.
Un lugar inhóspito para los árboles y la vegetación
En los últimos años, una serie de estudios e investigaciones llevados a cabo por un equipo de científicos internacionales han puesto de manifiesto cómo el desierto del Sahara, a pesar del imparable avance del cambio climático, ha conseguido deparar algunas sorpresas a los propios científicos.
Las altísimas temperaturas, el clima extremadamente seco, la constante e intensa radiación solar hacen que este lugar sea inhóspito para cualquier forma de vida, especialmente las vegetales.
«Sin embargo, a pesar de esto, estudios recientes, llevados a cabo mediante el análisis de imágenes de satélite, han descubierto que en el Sahara crecen más árboles y arbustos de lo que se pensaba anteriormente»
El crecimiento de la vegetación es evidente incluso en medio del desierto, en zonas donde hasta hace unos años no había rastro de árboles y arbustos espinosos, entre dunas de arena y vastas extensiones rocosas.
El descubrimiento que asombró a los científicos
Gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías y a la ayuda de las imágenes de satélite se ha podido descubrir mucho más sobre el desierto del Sahara. En el que es el desierto más grande de la Tierra se ha observado que hay más árboles de los esperados.
En particular, en la región del Sahel, en el extremo sur del Sahara, hay más de 1800 millones de árboles solitarios. Algunos de ellos han sido descubiertos en zonas muy remotas, de difícil acceso incluso para los humanos.
Este descubrimiento se logró gracias a un total de 11000 imágenes proporcionadas por la NASA que se combinaron y permitieron detectar estos árboles. De igual forma, mediante inteligencia artificial se logró detectar y contar los árboles existentes en el desierto del Sahara.
Así, a través de las tecnologías se han podido comprender mucho mejor las condiciones reales de esta zona tan poco explorada por el hombre. El estudio estuvo coordinado por Martin Brandt, académico de la Universidad de Copenhague, Dinamarca.
Árboles solitarios adaptados al clima extremo del Sahara
Las especies de árboles que se detectaron en el Sahara se denominaron árboles solitarios. Estos árboles han conseguido lo que se creía imposible: que un árbol se adapte a las condiciones tan extremas del desierto del Sahara. Dependiendo de la zona en la que se ubique el árbol, la extensión de su follaje es más o menos grande; entre 3m² y 12m² aproximadamente.
Cabe señalar que los árboles tomados en consideración en este estudio fueron aquellos con una copa de 3 m² o más. Los demás árboles o pequeños arbustos, de menor tamaño, no fueron tenidos en consideración.
Sin embargo, los estudiosos afirman que, a pesar de la sorpresa positiva, esto no pone fin al problema de la deforestación en todo el mundo. Sin embargo, se destacan consideraciones importantes que pueden mejorar el futuro del planeta.
Las implicaciones de los resultados del estudio
Gracias a los resultados de estos estudios, surge claramente la posibilidad de que todavía no comprendamos completamente la naturaleza. De esta manera, este descubrimiento representa una revolución en el pensamiento sobre los ecosistemas.
Con un mayor conocimiento de los árboles y ecosistemas del planeta, sería posible encontrar una solución a una variedad de problemas ambientales y encontrar una manera de asegurar un futuro mejor para el medio ambiente y también para los humanos.
Fuente: eltiempo.com